Misterioso y evocador desde la primera página, creo que este es un libro para leer sin ningún tipo de idea o expectativa previa. Así que ahí va mi recomendación: es buenísimo, leedlo. Mi reseña sigue más abajo si os pierde la curiosidad, pero quería daros la ocasión de zambulliros en sus páginas como hice yo, a ciegas. No sé qué es lo que hace el libro, pero ya la misma premisa en el prólogo, te atrapa. Dos personas habitan una casa aparentemente infinita, compuesta de gigantescos salones repletos de estatuas clásicas. Tres pisos, uno invadido por el mar, otro habitable, otro poblado de nubes. No recuerdan nada anterior a la casa, ni conocen nada más allá de sus muros. No saben porqué están ahí y no hay salida. Casi podría parecer la premisa de una novela de terror. Cautivos en un laberinto infinito, supervivencia con mínimos recursos, soledad... la situación es desde luego aciaga. Pero la sensación transmite la novela es precisamente la opuesta, pues en todo momento vemos e...