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Shadowed Sun (Dreamblood #2) | N. K. Jemisin

Aunque técnicamente sea una secuela de Killing Moon, creo que es mejor acudir a este libro con las expectativas de una obra independiente en el mismo universo. No solo hay un salto de diez años entre ambos, sino que la autora toma la arriesgada decisión de cambiar de protagonistas. Lo cual nos permite ver otras facetas de este mundo, pero quien busque leer más sobre Nijiri y Sunandi, no lo va a encontrar aquí. 

Shadowed Sun Jemisin

Para mí al menos, la apuesta del cambio de protagonistas funciona. Nijiri ya tuvo su calvario y los flecos del primer libro quedaron más que atados. No es que nos dejaran en un "continuará". Y en cualquier caso, lo que más me atrajo de Killing Moon no fue la historia ni sus personajes, sino el modo en que magia, religión, sociedad y cultura se interrelacionan hasta formar un todo que no puede entenderse sin el resto de sus partes. Esta secuela no hace sino expandir en ese concepto. 

Al dejar de lado a Nijiri —un Recolector, que trae paz a la gente por medio de la eutanasia al tiempo que obtiene esencia mágica— y sustituirlo por Hanani —una Compartidora, que emplea esa esencia mágica para sanar—, podemos explorar una cara totalmente distinta del conjunto que forman magia, medicina y religión. 

Además, se introduce quizá el concepto más fascinante de todo el libro: una enfermedad de los sueños, una pesadilla compartida que, como una plaga, se transmite cuando duermes cerca y al mismo tiempo que alguien infectado. Y quienes la contraen, ya no despiertan, aunque no siempre llegan a morir del todo. 

Esto genera una situación de pandemia, en la cual los personajes tienen que privarse a sí mismos del sueño, o turnarse para dormir, para evitar contagiarse o propagar la enfermedad. Además, introduce una limitación a la magia, que requiere del sueño y no puede emplearse de forma segura allí donde haya alguien infectado. Es francamente brillante y me hubiera gustado que se le dedicara aún más tiempo a explorar esta idea. 

Aparte de eso, con un personaje femenino al frente, se profundiza más en los roles de género y la visión que la ciudad de Gujareeh tiene de las mujeres. Más aún cuando Hanani es enviada como emisaria a una tribu de bárbaros del desierto, cuya visión de la riqueza, la muerte y la feminidad no podía ser más distinta a la suya.

Por lo demás, el libro sigue una trama de intriga política sobre la tortuosa alianza entre facciones que quieren liberar su ciudad, pero usando este punto de inflexión como trampolín para acabar ellos en el poder, en lugar de restituir el orden anterior tal y como estaba. Como telón de fondo está bien, aunque realmente el foco está en los personajes, los eventos traumáticos que viven y cómo esto los transforma. Hasta tal punto cambian y evolucionan, que al final da igual si consiguen o no el objetivo de liberar la ciudad que se plantearon al principio del libro. 


Sin estar a la altura del primero, el libro me ha gustado mucho. Todo el caos y el misterio en torno a la enfermedad que se propaga por los sueños me ha parecido alucinante, y el arco de Hanani, caminando una delgada línea entre el dogma de su fé y lo que descubre que necesita para ser feliz, es tan trágico como satisfactorio. Si os gustó el primero, este también os va a gustar. 

Dado que las historias son prácticamente independientes, me queda la duda si es posible leer Shadowed Sun sin haber leído Killing Moon. Tengo mis serias dudas, porque se explican cosas de la magia, pero siento que muchas también se dan por sabidas, y los personajes del primer libro siguen por ahí, pero ahora en papeles secundarios. En cualquier caso, Killing Moon es buenísimo y si no lo habéis leído, no os lo saltéis para ir directos a este, porque realmente merece la pena. 

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