Con una de las premisas más complejas, sofisticadas e imaginativas con las que me he topado en mucho tiempo, este libro ha mandado a mi cerebro de vuelta al gimnasio y lo ha puesto a levantar pesas.
La idea es que en nuestro mundo existen fenómenos paranormales de diversa índole, y hay una organización secreta que se dedica a contenerlos. Algo similar al videojuego Control. Esta organización, tiene una división que se especializa en antimemes, fenómenos imposibles de recordar o percibir, que erradican toda información sobre sí mismos.
Si haces una foto, esta sale velada. Si tomas notas, estas son ininteligibles, incluso para ti. Si generas cualquier tipo de fichero electrónico, este se corrompe. Si los ves, si piensas en ellos, si eres siquiera consciente de su existencia, tus recuerdos se borran y desaparecen. Y a pesar de esas limitaciones, los agentes de la fundación tienen que encontrar el modo de localizar, estudiar y contener a estos entes.
La novela intercala secciones en género epistolar, sobre todo informes y registros —a veces con párrafos o frases censuradas—, con otras que hacen uso de una narración omnisciente convencional, en tercera persona.
Pese a tratar con entes que borran toda información de sí mismos y personajes propensos, por la naturaleza de la situación y su trabajo, a los episodios de amnesia, el libro resulta sorprendentemente asequible y fácil de seguir. Al menos durante la primera mitad. Tiene un tono de misterio y un aire de rigor científico, pese a lo alienígena de la situación, muy interesante.
Luego la segunda mitad es algo más exigente. Ahí es donde te quitan los ruedines y empiezas a sudar. La narrativa se vuelve no lineal, los personajes sufren brutales cambios y agujeros en sus recuerdos, se introducen elementos paranormales adicionales, incluyendo una especie de más allá cognitivo desde el que los muertos pueden interactuar con la realidad, la situación tiende hacia el horror cósmico, y hay incluso un capítulo censurado casi por completo, todo cinta roja y algunas frases sueltas. Es... intenso, cuanto menos.
Algo que aprecio mucho, y que no puedo dejar de comentar, es que la lectura no requiere ningún conocimiento previo de la SCP Foundation, donde claramente germinó la idea. Sí, el libro podría verse como una compilación de posts de Qntm en la web, y puede que incluso lo sea, pero el libro no es un pastiche.
No necesitas leer nada fuera de la novela, ni antes, ni después, para entender la historia y tener una visión completa de las cosas. Las partes forman un todo cohesivo, y los distintos elementos quedan muy bien atados. Incluso cosas que parecían haberse introducido solo para dar contexto y ayudar a entender los antimemes, hacen aparición luego más adelante en la novela.
En suma, el libro me ha gustado mucho. Sobre todo la primera mitad, con su aproximación más científica a la situación, más centrada en la exploración del concepto de la antimemetica y cómo opera esta división, capaz de olvidar su propia existencia, desbandarse y luego volverse a fundar.
La segunda parte se inclina más hacia cómo sería la invasión de nuestra realidad por una de estas entidades devoradoras de información así como la lucha contra ella, y para mi gusto se vuelve un poco demasiado... abstracta.
Aún así, si buscas ciencia ficción de la que estimula la imaginación, de la que te fuerza a expandir tus horizontes, a pensar, a imaginar, a teorizar.... creo que es una lectura muy recomendable.
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