Hace unos años leí Medio Rey, y aunque no estuvo mal, tampoco me pareció gran cosa, así que borré a Abercrombie de mi radar… Error garrafal por mi parte. Acabo de terminarme la primera entrega en la trilogía de La Primera Ley y menudo éxito. El único motivo por el que no me lo he terminado antes es porque me estoy leyendo en paralelos El Camino de los Reyes, que también me tiene enganchadito, pero ya hablaremos de eso más adelante.
La Voz de las Espadas se plantea como una historia de fantasía bastante convencional: guerras en ciernes, intrigas entre nobles y mercaderes, una invasión cociéndose en el norte y misteriosos magos saliendo a la luz tras años de ostracismo… pero, aunque el mundo que la rodea no sea tan original, la historia es buenísima y está magistralmente contada.
Aún me sorprende cómo el libro se toma 400 páginas, en colocar cada pieza en su sitio antes de dejar que la trama y los secretos se desplieguen en su totalidad, antes de reunir a los personajes y comenzar con la verdadera historia, y sin embargo, ni una sola de esas páginas se hace de más, siempre hay algo interesante en marcha. Estuve enganchado desde la primera carrera de Logen Nuevededos, allá en el lejano norte, hasta el mismísimo final.
Digo la verdadera historia, porque este libro es claramente solo la punta del iceberg. Cuando llegas a la recta final, descubres que hay mucha más historia de lo que parecía a simple vista, que la trama es mucho más compleja y que hay secretos de los que no tienes la mínima idea, ¿y qué haces? Pues tranquilamente y con mucha delicadeza, abres Amazon y encargas la segunda parte, Antes de que los cuelguen, para tenerla en casa al día siguiente, porque, eso sí, el libro es totalmente inconclusivo: no puedes leértelo y ya está, si lo empiezas es para leer la trilogía completa.
Lo mejor del libro es su trío de protagonistas. Todos son únicos de una forma u otra y muestran perspectivas completamente distintas, pero perfectamente complementarias.
Digo la verdadera historia, porque este libro es claramente solo la punta del iceberg. Cuando llegas a la recta final, descubres que hay mucha más historia de lo que parecía a simple vista, que la trama es mucho más compleja y que hay secretos de los que no tienes la mínima idea, ¿y qué haces? Pues tranquilamente y con mucha delicadeza, abres Amazon y encargas la segunda parte, Antes de que los cuelguen, para tenerla en casa al día siguiente, porque, eso sí, el libro es totalmente inconclusivo: no puedes leértelo y ya está, si lo empiezas es para leer la trilogía completa.
Lo mejor del libro es su trío de protagonistas. Todos son únicos de una forma u otra y muestran perspectivas completamente distintas, pero perfectamente complementarias.
Glokta es mi favorito: ácido, astuto, observador, enfrascado en el corazón de las intrigas, alternando entre la aparente cortesía de su diálogo externo y el sarcástico cinismo de su diálogo interno. Será un despojo humano, pero su mente está afilada como una daga.
Logen sería nuestro prototípico héroe de aventuras. Es con él con quien empieza el libro y es a través de sus ojos maravillados como descubrimos la magia y las grandes ciudades de la Union. Es quien tiene la mayor cantidad de escenas de acción, pero tampoco es un bárbaro al uso y es precisamente quien protagoniza los momentos más introspectivos, ya sea en soledad, o de la mano de Bayaz.
En cuanto a Jezal… Jezal es un personaje curioso. Es tan pedante, tan estirado, tan lleno de sí mismo, que quieres despreciarlo, digo más, lo desprecias; pero al mismo tiempo es quien lidia con los problemas que nos son más cercanos: prestigio, aceptación, carrera, mujeres… y eso le hace que empatices con él, que sientas hasta pena por él.
Y no solo brillan los personajes principales. Bayaz, por ejemplo, es un personaje muy interesante: es poderoso y sabio, pero, aunque habla sin parar -citando a Glokta-, no dice nada. Otras veces, sin embargo, con una sola palabra lo dice todo, dejando a los demás como estúpidos. Es él, y nadie más, quién le habla a Logen de la voz de las espadas y de la Primera Ley. De la misma forma, Ardee es el contrapunto perfecto para el subidito de Jezal, y me encanta que le meta caña.
Otros autores escriben con un estilo que en dos frases te transporta a un mundo de fantasía. Abercrombie lo hace de una forma más realista, cercana, cruda incluso, pero muy elegante, consiguiendo que su mundo parezca real, vivo, algo que podría haber existido. Es gracias a ello, y a una buena dosis de reflexión interna, que consigue que sus personajes parezcan tan reales.
¿Cómo si no podría haberme conquistado con una historia totalmente inconclusa? No hay final en este libro, solo un enorme "continuará...", y estoy deseando continuar. Posiblemente sea de las mejores lecturas del año, y no consigo explicarme como no había llegado antes a mis manos.
¿Cómo si no podría haberme conquistado con una historia totalmente inconclusa? No hay final en este libro, solo un enorme "continuará...", y estoy deseando continuar. Posiblemente sea de las mejores lecturas del año, y no consigo explicarme como no había llegado antes a mis manos.
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