La primera entrega de Tales of the Ketty Jay ha sido todo un descubrimiento, justo lo que necesitaba para llenar el agujero que dejó en su día el prematuro desenlace de Firefly. Las similitudes son tantas, que es imposible pensar que no haya influencias de la serie en la obra, pero basta de comparaciones, hablemos del libro.
Retribution Falls cuenta la historia de los tripulantes de el Ketty Jay, piratas y contrabandistas de poca monta, unidos por el único hecho de que todos ellos tienen algo que ocultar o algo de lo que huir y ningún otro sitio en el que estar.
Cuando el dinero fácil de un trabajo seguro resulta no ser lo que esperan y se ven involucrados en una trama más grande que ellos mismos, no les queda más remedio que empezar a comportarse como una verdadera tripulación.
El libro pone casi todo el énfasis en la historia, con acción desde la primera hasta la última página (literalmente), aunque a medida que avanza la trama, poco a poco vamos descubriendo el motivo que ha llevado a cada personaje hasta el Katty Jay, a veces en forma de conversaciones aisladas, o, para los personajes más importantes, mediante un capítulo entero de flashback.
Pero el libro no es solo persecuciones y tiroteos: vemos el cambio que la historia produce en Darian Frey, de mero propietario de la nave a auténtico capitán. También se intercalan algunos momentos divertidos, y el final alcanza una resolución muy emotiva y satisfactoria, de esas que hacen que se te hinche el pecho.
La mayoría de los personajes son arquetípicos, especialmente Frey: encantador, astuto, arrogante, egoísta... la viva imagen de Han Solo, Indiana Jones o Malcolm Reynolds, por decir algunos; pero qué le vamos a hacer, citando a R.R. Martin, "A todo el mundo le gusta un buen sinvergüenza". Es un arquetipo de personaje que resulta atractivo, y Darian Frey es el caso.
Mi personaje favorito, sin embargo, es Crake. Es el más complejo, el más misterioso y el que más conflictos encuentra entre su antigua vida y su posición a bordo del Ketty Jay.
La estética y la atmósfera del libro, a medio camino entre muchas cosas, me ha encantado. Por un lado tienes barcos voladores y refriegas entre cazas de combate que te hacen pensar en ciencia ficción, por otro lado tienes elementos de magia, inclinándose más hacia la fantasía o lo sobrenatural, y justo en medio tienes duelos de revólveres, al más puro estilo western, todo envuelto en un ambiente muy chulo a medio camino entre el ciberpunk y el colonialismo.
Sinceramente, no tengo nada negativo que decir de este libro, únicamente, una pequeña rareza que no he llegado a comprender. Al principio de cada capítulo, en un puñado de palabras, se resume todo lo que va a pasar en el capítulo. Esta formulado de forma que te incité a leer sin realmente desvelarte nada por adelantado, pero no entiendo muy bien el beneficio de poner esas dos líneas ahí. Yo simplemente empecé a saltármelas.
Para no extenderme más, si os gustó Firefly y sufristeis su cancelación, este libro es para vosotros. Los nombres y las caras son otras, pero ocupa exactamente el mismo nicho. Si no tenéis ni idea de que es Firefly pero os atrae esa temática a medio camino entre varios géneros, dadle una oportunidad: es una lectura entretenida, con personajes entrañables y un final plenamente satisfactorio.
Puede que también te interese...
Comentarios
Publicar un comentario