A principios de mes se estrenó la última temporada de la distópica serie brasileña que me enganchó en su primera temporada y me asqueó en la segunda. La tercera cae a medio camino, aunque me ví los últimos 5 capítulos del tirón; desde luego sabe como mantenerte enganchado.
Esta temporada trata de recobrar un poco la esencia de la primera, aunque se queda muy muy corta. Lo digo, lo dije y siempre lo diré. Si tenían una buena idea para una única temporada, con principio y fin, ahí debían haberlo dejado. La primera temporada era redonda, y al final dio un giro brusco para quedar abierta y sacar secuelas; y ahora, bueno, hacen lo que se puede. En cualquier caso, es mucho mejor que la segunda temporada.
No hay personajes nuevos con los que no tenemos ninguna conexión, sino que vuelven todas las caras conocidas, y se abordan temas interesantes, como la equidad del proceso, o el qué es justo o es injusto.
Como he dicho, me vi 5 de los 8 capítulos del tirón, así que no hace falta que diga que la serie tiene un ritmo y una trama que engancha. El planteamiento es algo simple que ya hemos visto muchas veces, pero consigue mantenerte pegado a la pantalla.
El uso de los flashbacks es fantástico, haciendo paralelismos entre las crisis actuales y las que afrontaron en su día la pareja fundadora. También conocemos como se originó La Causa, y vemos fragmentos de los procesos de André, Elisa o Gloria.
Todo termina muy abierto, lógicamente, pero el final es satisfactorio, a diferencia de las temporadas anteriores que me dejaron ganas de matar a Michele y poco más.
Lo único que no me gusta es uno de los conflictos que ocurre hacia la mitad de la temporada en el que, para una vez que Michele hace las cosas bien y por mucho que la odie, todos se ponen en su contra, cuando es obvio que hace lo correcto. Me cuesta creer que la gente pueda ser tan ciega y estúpida... luego leo las noticias y se me pasa.
Sin entrar mucho más en la trama, la temporada arranca un tiempo después de los acontecimientos de la segunda temporada, pero los personajes no han cambiado mucho. Joana sigue siendo la puta ama, aunque Natalia hace más mal que bien a su personaje; Rafael sigue siendo mi favorito y con el que más empatía llego a sentir; y Michele es una estúpida insoportable que cree estar al mando pero sólo se deja llevar. Xavier es el único personaje nuevo, y francamente, trata de ser el granilloso que siempre tiene algo que decir, pero lo encuentro cargante; pero el peor personaje es, una vez más, Gloria.
Tanto en la segunda, como en la tercera temporada, tratan de presentarla como una chica inteligente, que se preocupa por los demás, una buena amiga, una persona leal... pero sus actos no dejan de mostrarla como una total y completa estúpida. No puedo expresar con palabras lo que me irrita su personaje, no puedo. No siempre habré estado de parte de Marco, pero en cierto modo puedo entender sus motivaciones, incluso cuando se opone a los protagonistas, pero Gloria... sólo es una estúpida con el carisma suficiente para que la siga la gente. Aunque quizá eso era lo que querían mostrar, como la masa puede seguir a alguien carismático aunque sus razones y sus actos sean flagrantemente irracionales...
En conclusión y para no extenderme más. Es una buena temporada, que sin ser nada espectacular a nivel narrativo o visual, consigue mantenerte enganchado, y, lo que es más importante, levantar algo de cabeza tras el desastre de la segunda temporada.
Si te gusta la serie pero la segunda temporada te dejó algo desencantado, dale una oportunidad a la tercera, porque, sin serlo mismo, vuelve a tener el regusto de la primera. Si nunca has oído hablar de 3%, te recomiendo que veas la primera temporada, que es muy muy buena. Luego puedes dejarla, no trataré de convencerte de lo contrario, pero creo que la primera temporada es algo digno de ver.
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