Tras dos largos años de espera, Juego de Tronos ha vuelto, y aunque llego corriendo a casa cada lunes para ver los capítulos, nunca antes había sido tan patente la falta de libros como guía.
Atención: Esta entrada contiene algunos spoilers menores.
El primer capítulo seguramente era necesario, para poner a todo el elenco en posición para lo que vendrá después, pero resultó algo decepcionante tras la larga espera. Se produjeron reencuentros y los personajes se enteraron de las últimas noticias, pero toda esa información nosotros, la audiencia, ya la conocíamos. Al final, el capítulo no contribuyó a que la trama avanzar prácticamente nada, vuelo de Jon y liberación de Asha aparte, y fue poco más que un En Capítulos Anteriores de 50 minutos.
El segundo capítulo continúa creando la expectativa por la gran batalla con los caminantes blancos y continúa con los reencuentros, dando cierre a historias y relaciones que llevaban con nosotros, en algunos casos, desde la primera temporada. Algunos de esos momentos, como el reencuentro de Sansa y Theon, el nombramiento de Brienne o cuando Sam entrega la espada a Jorah, sin necesidad de ser una gran revelación dramática, fueron francamente emotivos, y no faltaron los intercambios ácidos y mordaces a los que la serie nos tiene acostumbrados, aunque los diálogos distan de ser tan agudos como los de las primeras temporadas.
El capítulo termina por todo lo alto, dejándote con las ganas del siguiente y, sin embargo, también deja una sensación de vacío.
Creo que una de las cosas que hacían Juego de Tronos tan interesante era la multitud de personajes y facciones, todos revueltos, cada uno con su propia agenda y sus propias ambiciones y secretos, con múltiples tonos de gris entre los buenos y los malos. Todo eso ha desaparecido en esa última temporada, donde los conflictos se han sobresimplificado.
Están Dany, Jon y sus aliados defendiendo Invernalia de los caminantes blancos, y Cersei y sus aliados esperando en Desembarco del Rey. No hay más intrigas, ni más secretos, nada… todos los personajes están en uno u otro bando. En dos ocasiones tratan de construir nuevos conflictos, pero abortan su resolución de una forma obvia y precipitada. Cuando Dany está hablando con Sansa y van a discutir, son interrumpidas por un Maestre, y al final, cuando Dany y Jon van a discutir, justo suenan las trompetas de alerta.
En los libros, a medida que la historia del conflicto Stark-Lanister se va apagando, se introducen nuevas tramas, como las intrigas de Doran Martel, el secreto de Griff y Jon Connington, y los planes de Euron Greyjoy con su Cuerno mágico. Por desgracia, todo eso fue eliminado de la serie, y ahora se quedan sin hilos de los que tirar.
Habrá que ver donde va la cosa la semana que viene, cuando empiecen los capítulos de 90 minutos que prometen ser de la escala de El Abismo de Helm, pero de momento la impresión que me da la serie es que cada vez están más lejos del terreno sólido y seguro que ofrecía la imaginación por escrito de Martin, y están intentando cerrar todas las líneas argumentales que tienen lo mejor posible, pero sin ser capaces de añadir nada nuevo.
Dicho todo eso, estoy deseando que llegue el próximo lunes para ver como de desarrollan los acontecimientos, porque la última vez que tuvimos dos capítulos tan tranquilos, el siguiente fue la Boda Roja :)
Dicho todo eso, estoy deseando que llegue el próximo lunes para ver como de desarrollan los acontecimientos, porque la última vez que tuvimos dos capítulos tan tranquilos, el siguiente fue la Boda Roja :)
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