Resulta que, además de la segunda temporada, Netflix ha hecho una película de animación de Altered Carbon y me ha bombardeado con tantas notificaciones, que he terminado por verla. Esta va a ser una reseña rápida, porque en 75 minutos de película, no hay mucho que contar.
La historia tiene lugar mucho antes de la primera temporada, con Tak protegiendo a una tatuadora de una guerra de yakuzas. La trama de la historia está bastante bien, con lealtades volubles, una facción tratando de dar un golpe de estado, mientras que otras avanzan su propia agenda en la sombra. Y esa ni siquiera es la trama principal; esta es la historia de como Reileen descubre que su hermano sigue vivo.
Sin embargo, apenas se dedica tiempo a ninguna de estas narrativas, ya que casi todos la atención se centra en escenas de acción que son muy intensas durante el primer acto, alcanzan un nivel de violencia y sangre completamente innecesario en el segundo y rozan el absurdo hacia el tercio final.
La animación está muy bien hecha, los escenarios son preciosos y transmiten muy bien la atmósfera ciber-noir de la saga, pero eso es todo lo que hay. Como precuela no aporta grandes detalles que no supiéramos ya (por no decir que no aporta ninguno) y se desperdicia sin explorar lo que es sin duda un gran punto de inflexión en la historia Reileen. Ni vemos su conflicto interno entre revelar a su hermano quién es, pese a que eso significaría confesar lo que hizo en Stronghold, ni vemos qué motiva el cambio desde el personaje que se presenta aquí, hasta el de la primera temporada.
¿Que nos queda entonces? Enormes dosis de acción sin mayores consecuencias. Y hasta yo tengo un límite en el número de tiroteos por los que puedo demostrar interés antes de necesitar algo de historia que los de sentido.
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