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Reseña | EXIT: El Museo Misterioso

El pasado día 5 salieron las dos últimas entregas en la serie de juegos EXIT y hoy hemos jugado una de ellas, El Museo Misterioso, de dificultad Principiante. Este es, si no me equivoco, el décimo (de once) de la serie y el octavo que jugamos. ¿Queréis saber qué nos ha parecido?

EXIT Museo Misterioso Devir Reseña

Los juegos de la serie EXIT son la versión más simplificada de un Escape Room en una caja: la temática está ahí y tratan de contar una historia, pero si abres uno de estos lo haces por los puzles y los acertijos. Cada caso es completamente independiente y, muy importante, de un solo uso. Hay que pintar, cortar y hacer de todo con el contenido para jugar. Un modelo de negocio perfecto por parte de los creadores, que impide que tras jugarlo se lo prestes a un amigo... a no ser que tengas un scanner a mano, guiño, guiño. 
Los acertijos del juego se encuentran distribuidos entre un pequeño libreto, que además te cuenta la historia, y un mazo de cartas. A medida que resuelves los puzles vas desbloqueando más cartas de ese mazo y por tanto puedes resolver más acertijos, y así hasta robar la carta de victoria. Un segundo mazo te ofrece pistas para cada enigma, y las respuestas se comprueban mediante una ingeniosa combinación de un tercer mazo de cartas con un disco decodificador. 
Aparte de eso, no puedo decir mucho más sin hacer spoilers; solo os recomendaré que, cuando abráis la caja, no os deshagais de absolutamente nada. No digo más. 

Explicación sobre la serie hecha, ¿qué tal está El Museo Misterioso? Lo cierto es que no puedo entrar en grandes detalles sin destriparlo. La ambientación está bien, aunque es una pena que una idea tan buena se toque solo de refilón, y hay algunos puzles muy originales; el último, de hecho, es precioso. Muy importante también, no ha habido ningún puzle que no me haya gustado o me haya resultado forzado; todo lo contrario, varios me han parecido demasiado fáciles. Sirva de referencia que lo hemos resuelto en menos de 40 minutos con cero pistas, mientras que otros solemos terminarlos cerca de la hora con una o dos pistas. 
Por supuesto, como ya he dicho, es de dificultad principiante, y los enigmas se disponen de una forma muy lineal, por lo que no es un buen caso para grupos grandes; llegan incluso a limitarte el acceso a ciertas páginas del libreto en lugar de abrumarte con todas desde el principio.
En todos los puzles resulta bastante obvio qué hay que hacer, y se aceran peligrosamente a la línea de resultar triviales, pero el diseño de los mismos tiene una sutil elegancia que me encanta. 

Conclusión: una buena adición en la serie EXIT, una grata experiencia, pero no el mayor de los desafíos. Quizá quede algo fuera de lugar una dificultad tan baja como décima entrega de la serie, pero tiene pinta de ser un magnífico punto de entrada para nuevos jugadores.  

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