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Theft of Swords (Riyria revelations #1-2) | Michael J. Sullivan

Este es un libro un poco raro, porque se trata realmente de dos novelas encuadernadas como una sola. Sí, pertenecen a la misma saga. Sí, son consecutivas y relacionadas, con los mismos protagonistas y en el mismo mundo. Pero también hay dos prólogos y dos epílogos; dos principios y dos finales, y aunque no los hubiera, nadie se llevaría a engaño sobre su naturaleza dual, pues hay claramente dos aventuras disjuntas, dispares en tono, ritmo, personajes y ambientación. 

Por tanto, voy primero con unas generalidades, y luego con cosas más concretas de cada una de las dos sub-novelas.

Theft Swords Riyria revelations Michael Sullivan

La trama sigue a una pareja de ladrones, reminiscente de Locke Lamora y Jean Tanen, a lo largo de dos robos que por supuesto no son lo que parecen, y que les hacen verse implicados en el devenir de todo un continente. La relación entre ambos está muy bien escrita y siempre me trae una sonrisa a la cara ver este tipo de amistad llevada a las páginas de un libro.

La novela mezcla elementos de intriga cortesana, juegos de poder, fantasía épica, conspiraciones, robos, alta magia y bajos fondos en un cóctel muy bien equilibrado. Incluso se sientan las bases para una revolución burguesa y la caída de la monarquía en novelas posteriores. 

Pero lo que más me ha gustado es cómo juega con la erosión de la memoria. Buena parte de lo que ocurre y de las conjuras puestas en marcha por unos y otros, están relacionados con la súbita caída del imperio, algo que tuvo lugar hace mil años. Toda información de esa época está envuelta en mitos y leyendas, y los dos únicos personajes que podrían arrojar algo de luz en el asunto queda establecido desde su primera aparición que son unos mentirosos y manipuladores. No solo eso, sino que como representan bandos opuestos, es más que probable que ambos estén mintiendo para pintar al otro como peor de lo que es. 

De hecho, he investigado un poco y el autor tiene otra saga de libros que narra la caída de ese imperio hace mil años, y que está pensada para leerse antes o después de este libro, indistintamente, porque nada de lo que ocurre es exactamente como se recuerda. A mí solo con el concepto ya me tiene ganado. 

En cualquier caso, el libro abraza esta falta de fuentes fiables sobre qué pasó y quién hizo qué, y la trae hasta el presente, plantando una y otra vez la duda del lector acerca de las lealtades e intereses de los personajes, de quiénes son los buenos y quiénes los malos. Esto es especialmente evidente en la primera sub-novela, pero aparece también en la segunda, y es algo que me encanta; que no haya claros blancos y negros, sino que, bajo determinado foco, cualquiera pueda ser el héroe o el villano. 


Hablando de la primera sub-novela, La conspiración de Melengar es un diez de diez. Una historia absolutamente redonda. La acción es frenética, se intercalan todo tipo de situaciones y escenarios, eventos y personajes están interconectado con suma elegancia, y hasta casi el final no sabes quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Fantástica. Me la leí en dos tardes. 

Si no os interesa la saga, si buscáis un libro autoconclusivo, aprovechad que en español los publicaron por separado y leed al menos esta. No os vais a arrepentir. Yo por mi parte, estoy decidido a robar la trama para una partida de rol que dirija, porque es buenísima.


La segunda sub-novela, Avempartha, pese a ser más largo, da la sensación de que ocurren muchas menos cosas y que por tanto el ritmo es más lento. Esto en buena parte es intencional, porque este segundo golpe es más un misterio a resolver que una frenética sucesión de robos, infiltraciones, fugas y persecuciones, y algo que invita a un rimo más pausado. 

Sin embargo, el verdadero motivo por el que la trama es más lenta es porque esas páginas extra se dedican a explicar en más detalle la magia, los trasfondos de los personajes, los hechos que condujeron a la caída del imperio, la tortuosa relación entre elfos y humanos, y toda suerte de elementos de la ambientación necesarios para sumergirnos en este mundo. 

Con esto no quiero decir que sea una mala sub-novela, todo lo contrario, me encanta saber más cosas sobre el mundo y los personajes, pero no está a la altura de la primera. El ritmo no fluye de la misma manera. No hay tantos giros ni sorpresas. Se quedan más flecos sin cerrar, y el final no es un rotundo y satisfactorio "fin", sino un cálido "continuará".

Avempartha es, simple y llanamente, el sacrificio necesario que hace el autor para hacer un salto de escala y poder pasar de la simple conjura con la que empieza el libro a una saga de fantasía épica. 


Aún así, la novela me ha encantado. Planeo seguir con la saga, tan pronto como el cartero llame a la puerta con mi pedido de libros, y solo me queda añadir que, a día de hoy y junto a el Cosmere de Brandon Sanderson, está es la única saga que leo tomando notas. Tanto me gusta la idea de desenterrar ese pasado, perdido en las arenas del tiempo. 

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