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El Prisma Negro (Lightbringer #1) | Brent Weeks

Cuando empecé este libro no tenía expectativas de ningún tipo (acababan de operarme del ojo y era el audiolibro de mi lista con el mejor ratio de horas por euro), pero qué grata sorpresa me esperaba. Lo voy a decir alto y claro, este libro es una pasada.

Prisma Negro Brent Weeks

¿Por dónde empezar? El sistema de magia. La magia se basa en los colores, y lo que puedes crear con ellos, pero cada color es distinto: uno crea cosas resistentes y otro las hace flexibles, uno es invisible, otro es inflamable, un tercero genera luz y así un largo etcétera. Con cada mago controlando distintas combinaciones de colores, la variedad de habilidades, y el ingenio que tienen que emplear para afrontar distintos retos es prácticamente ilimitado.
No es la primera vez que vemos un sistema así, con categorías, restricciones y todo un abanico de combinaciones (Nacidos de la Bruma, especialmente en su segunda generación, me viene a la cabeza), pero esto es solo la superficie. El sistema de magia de este mundo tiene dos elementos que me encantan.
Primero, cada color tiene asociado un estado emocional y cuanto más usas ese tipo de magia, más adoptas esa personalidad. Eso significa que los personajes pueden usar la magia para alterar sus emociones, pero también que pueden verse arrastrados a una situación que no puedan controlar. Esto aporta un uso a la magia que no se ve muy a menudo, y de la mano de un riesgo que obliga al autocontrol.
El segundo elemento brillante es lo que llaman romper el iris: cada vez que un mago usa magia, sus iris se van tiñendo del color correspondiente y, cuando el iris se llena por completo, la personalidad del color toma el mando y el mago se vuelve loco. Es simple, pero es brillante. No solo es un elemento clave de la narrativa y un punto de división entre los personajes, sino que al poner un límite en cuánta magia puede hacer una persona en su vida, creas conflictos muy interesantes: ¿Usas una dosis enorme de magia para salir de esta situación, aunque eso acorte tu vida cinco años? ¿O tratas de salir airoso con menos magia, pero a riesgo de morir aquí y ahora?
Puede que sea porque soy ingeniero, pero el énfasis en la eficiencia me fascina. ¿Podrías levantar esa carga con una oleada de magia? Sí, pero si nos paramos a pensar y usamos un sistema de poleas, conseguimos lo mismo con mucho menos. Lo mejor es que toda esta magia no existe en el vacío, sino que tiene toda una industria por detrás. De hecho, la mayoría de magos no son guerreros, sino que se dedican a aplicaciones civiles, y aparecen aplicaciones muy “modernas” de la magia, como lanchas motoras y motores de reacción.
Y para hacerlo aún mejor, en lugar de situar esta magia tan ingenieril en un contexto medieval de lanza y espada, el autor lo sitúa en una ambientación más moderna, de pólvora y mosquete. De nuevo, esto crea situaciones y conflictos muy interesantes: puedes ser el mejor mago del mundo y controlar todos los colores, pero una bala de cañón disparada desde doscientas yardas, te mata como a cualquiera.
He escrito mucho, pero, en resumen, sistema de magia y ambientación de pólvora y mosquete, fantásticos.

Sigamos con la historia, porque esto no hace más que mejorar. Por un lado tenemos la narrativa habitual, un chico llamado a ser el héroe que está en un pueblo perdido, pero realmente es el hijo de alguien importante… bueno, esa no es gran cosa. Por otro lado tenemos el conflicto entre el régimen establecido, que se nos presenta como los buenos pero pronto descubrimos que está podrido y corrupto hasta la médula, y una facción pagana e insurgente, que se presenta como los villanos pero que quizá no sea tan mala como la pintan...
Y mientras estos acontecimientos se desencadenan, vamos descubriendo poco a poco la verdadera historia, lo que ocurrió durante la guerra dieciséis años atrás, las diferencias entre lo que se recogió en las crónicas y lo que ocurrió realmente. Y está fenomenal, porque todos conocen la historia oficial, algunos conocen muchos de los secretos, pero ninguno tiene todas las piezas de la verdad.
De hecho, el libro juega mucho con esa idea de “esta es la historia oficial, ¿pero cuánto tiene de verdad?” y me encanta. Hacia la mitad del libro hay una revelación de saltar del sofá, volver a leerla y volver a saltar del sofá. Y lo mejor es que, si vuelves a leer capítulos anteriores, la verdad siempre había estado ahí, pero presentada de una forma que juega con tu percepción para que des por sentado todo lo contrario. No puedo decir más sin arriesgarme a estropearlo, pero guau. No he reaccionado así al final de un capítulo desde la Boda Roja.
El final también es digno de mención: hay un montón de cosas ocurriendo al mismo tiempo, con los personajes yendo de acá para allá a medida que se desvela el plan del villano, y una y otra vez te ves en una situación de tensar la espalda y prepararte para lo peor. El libro mantiene un equilibrio perfecto entre sensación de victoria, pero que si lo piensas bien todo ha salido de pena, y sensación de derrota, pero que si lo piensas bien se han anotado varios triunfos. De nuevo, el autor juega con tu percepción de los acontecimientos, para conseguir una respuesta más emocional que racional, de forma que luego, cuando lo pienses en frío, te das cuenta de que no es la acertada.
Como no podría ser de otro modo después de todo esto, el libro termina con un punto de suspense que hace que me muera de ganas de leer el segundo.

Y, por último, tenemos los personajes. Mucho de lo que podría decir de ellos ya lo he dicho al hablar de la trama, así que seré breve. Kip sigue el camino del héroe de manual, aunque hacerle un chico gordo, respondón, falto de autoestima y carente de  cualquier tipo de autocontrol le hacen algo diferente a la norma. Sin embargo, es el personaje menos interesante por el momento.
Los que más me gustan son los adultos, Gavin, Corvan y Karris, porque vivieron la guerra y son los que están al tanto de lo que realmente ocurrió, o parte de ello, y porque todos están rotos y tienen tantos defectos y lastres como virtudes. De hecho, Corvan, pese a no tener capítulos desde su punto de vista es mi preferido. Esa forma fría, racional y mordaz de ver el mundo y decir las cosas me encanta, y suele ser el personaje que abofetea al lector en la cara cuando cree que algo ha ido bien cuando realmente ha ido mal, o viceversa. Es el contrapunto a Gavin, pero también al engaño en que constantemente nos sume el autor.
Aliviana también es un personaje muy interesante, pero no solo porque sea la que nos muestra toda la corrupción y las intrigas del régimen. Es un personaje que no vivió la guerra y no está al tanto de ninguno de los secretos, pero es muy lista y va descubriendo cosas que no son verdad, y suponiendo las respuestas. Como lo hace un paso por detrás del lector, constantemente vemos cómo va formando otra historia alternativa de lo que podría haber sido, una mezcla de mentiras y medias verdades que le lleva por caminos bastante inesperados.
Y los villanos. No puedo decir mucho sin desvelar secretos, pero cuando un villano expone sus motivos y te das cuenta de que tiene todo el sentido, cuando consigue convencerte a ti como lector, independientemente de que convenza o no a los personajes, sabes que estás ante un buen villano.  

Una nota final, he visto una buena cantidad de reseñas que critican a este libro porque es muy desagradable y tiene escenas muy sangrientas. Bueno, yo estoy aquí para educadamente informaros de que toda esa gente se equivoca.
Sí, hay una escena sangrienta al principio (es un mundo de fantasía en guerra, no sé qué esperabais), pero lo primero, es una escena, dos páginas en un libro de 750, y no se presenta de una forma desagradable. Los personajes llegan cuando ya ha ocurrido, por lo que no tenemos que verlo en primera persona, y el hecho de que se hable más de los colores y los usos de la magia que de los muertos, debería ser más que suficiente para que tu cerebro se dé cuenta de que no es real…
No es, para nada, una escena de hacer que se te revuelva el estómago o se te encoja el pecho, como las que podrías encontrar en prácticamente cualquier libro de la segunda guerra mundial. Tampoco es una escena de violencia gratuita, detallada y en primera persona, como las que podrías encontrar en un libro de Joe Abercrombie.

De hecho, el libro es más divertido que desagradable: me ha hecho reír o sonreír más de una y de dos veces con sus notas de sarcasmo, especialmente en esas lineas de diálogo interno que el autor introduce cuando los personajes están hablando con alguien. No creía que algo tan sencillo como un "Ups" a media frase o en plena descripción pudiera hacer tanto.

En resumen, un libro fantástico que recomiendo encarecidamente.  Fantástico sistema de magia, gran integración de esta con la tecnología, historia con múltiples capas de secretos, personajes complejos a medio camino entre el héroe y el villano, impresionante giro narrativo y constante engaño de la percepción del lector… Lo mejor que he leído este año y, si el resto de la saga mantiene el nivel, podría estar a la altura de Nacidos de la Bruma o El Archivo de las Tormentas.   

Comentarios

  1. Ahaha¡¡ se trata de una de mis lecturas más recomendadas.
    Una pena que dejaran de publicar los siguientes libros en español.. tendremos que esperar a que alguna editorial caritativa se apiade de nosotros

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    Respuestas
    1. ¡¿No me digas?! Debería empezar a mirar esas cosas antes de empezar una saga. La verdad que es una faena cuando luego te dejan colgado, y pocos casos hay de que una editorial deje de traducir la saga y otra tome el testigo. Al menos, este en concreto lo estoy leyendo en versión original. De hecho, el lunes me llegó The Blinding Knife. Que ganas de empezarlo, que quedó todo muy tenso al final del primer libro :)

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