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El Cuchillo en la Mano | Patrick Ness

Madre mía este libro… La gente que dice que es bonito de llorar ha debido de leer algo distinto, porque a mí me ha parecido de cabrearse y tirarse de los pelos, y eso si lo que tiras no es el libro por la ventana. 


Decidí leerlo porque la idea detrás del libro prometía: un mundo donde tus pensamientos brotan de ti como ruido, de forma que todos pueden oír en todo momento lo que estás pensando, y tú lo que ellos piensan. Es un concepto genial que da pie a tocar temas interesantes, a explorar todo un nuevo espectro de relaciones interpersonales e interacciones entre personajes, y a evaluar el modo en que estos cambios afectan a la sociedad y nuestra forma de desenvolvernos en ella. Por desgracia, si esperas encontrar algo así en este libro, te vas a llevar una decepción.
La premisa está ahí, pero además de servir como excusa narrativa para desencadenar ciertos acontecimientos (excusa que no es consistente con otras cosas que pasan, pero ya llegaremos a eso), no aporta nada.
Podrías quitarlo del libro y la historia seguiría siendo exactamente igual. Nadie se comporta de forma distinta debido al ruido, los conflictos no surgen o se resuelven de forma distinta porque exista el ruido... es absolutamente prescindible. Vale, sí, los personajes son discriminados por el ruido que generan, pero eso podría ocurrir en cualquier situación en la que te discriminen por tu lugar de origen, se te oigan los pensamientos o no.

Lo que sí hay es mucho ruido. Todo el libro está escrito en un intento de imitar cómo funciona (o divaga) nuestra mente cuando estamos en silencio, o más bien cómo lo hace la de un niño de catorce años, con ideas bullendo en una dirección y otra, y frases cortas interrumpiéndose entre sí; repitiéndose constantemente. “Oh, una casa. Sí, una casa. Era una casa…” 
Entiendo el concepto y lo que se pretende conseguir con él, pero lo cierto es que resulta una tortura de leer. Y eso es cuando el protagonista está solo. Cuando habla con alguien, las frases que dicen, sus pensamientos (que son la narración) y el ruido de la otra persona se mezclan en un batiburrillo de tipos, colores y tamaños de letra que transmiten muy bien el concepto del ruido, pero que lo que realmente consiguen es que cada vez que veas negrita o mayúsculas, te saltes la línea. Total… son solo ruido y no aportan nada. 

Luego tenemos al protagonista, Todd, que es insoportable. Engreído, prepotente, irracional, bravucón, terco y estúpido son algunas de las palabras que se me vienen a la cabeza. No es un protagonista con el que puedas simpatizar. No es un personaje con defectos pero que te toca en el corazoncito. Es un idiota que no te explicas cómo ha llegado vivo a la página 20 y que, si no llegara vivo a la 100, tampoco te ibas a llevar un disgusto.
¿Por qué se comporta así? Da la impresión de que el autor quería precisamente crear ese protagonista insufrible, que antagoniza a quien se cruce en su camino y siempre es capaz de tomar la decisión más egoísta, irracional y catastrófica posible. No sé por qué querrías hacerle algo así a tu libro y tus lectores, pero es lo que parece. 
Pero la cruda realidad es que el autor necesita que se comporte así como excusa para mantener la información relevante lejos del alcance del lector. 

Sí, este es uno de esos libros donde la información se oculta de forma brusca, descarada y completamente injustificada, con el único propósito de mantener un misterio que tire del lector (porque la historia y el protagonista no van a hacerlo, eso os lo garantizo). 
Nada más empezar el libro, sus padres le dicen a Todd que tiene que marcharse. Lógicamente él pregunta que porqué, pero le dicen que no se lo pueden decir, porque entonces "los otros" lo oirían en su ruido. Todo esto cuando “los otros” ya están aporreando la puerta con rifles en las manos. 
¿No crees que el momento del secretismo ha pasado y que deberías decir a un niño porqué tiene que irse de casa? Pues no, pero no pasa nada, porque le das un libro y una carta que contiene todas las respuestas. Qué alegría cuando el chico se detiene más tarde y decide sacar la carta. Si no fuera porque el personaje no sabe leer… vaya, qué faena. 
Luego encuentra a alguien que le puede leer la carta o el libro, pero Todd decide ser un capullo y prefiere no saber qué está pasando o porqué sus padres le han dicho que se marche de casa. Todo muy lógico… seguimos sin saber nada. 
Luego encontramos un personaje que está dispuesto a contarles la verdad, pero Todd decide ser un capullo otra vez, poco menos que insultar a quien les ha salvado, y nos volvemos a quedar sin saber nada. Todo esto teniendo en cuenta que puede oír los pensamientos de la gente... el cómo él puede no enterarse de nada es algo que se me escapa.
Luego topamos con otro personaje y, para un libro que siempre nos abruma con todo lo que Todd está pensando, nos quedamos con un, y cito literalmente, “Y entonces me muestra, y entonces veo.” ¿Qué ves? No, eso no nos lo van a decir. Pues vale…

50% del libro y Todd decide que es buen momento para dejar que le lean la carta, solo para descubrir que ya es tarde -gracias por darnos información a toro pasado-, y que si la hubiera leído antes podría haber evitado todo lo que ha ocurrido. Él mismo se culpa de ello. ¿Y qué decide hacer después de esto? ¿Dejar que le lean también el libro? No. Jajajaja. No, ¿para qué? ¿quién necesita información o respuestas?
Tres cuartas partes de libro y aún no han explicado nada cuando aparece un personaje que dice que tiene mucho que contar y que no hay tiempo y que todos le presten atención... solo para ponerse a hablar de otra cosa. Y viene alguien a interrumpir y dice que le escuchen, que queda poco tiempo, que tiene cosas que explicar... y se pone a hablar de otra cosa. Porque es urgente, pero tampoco tan urgente como para contarlo ahora... mejor esperar a la penúltima página.
A punto estuve de tirar el libro y dejar de leerlo. Por el amor de dios, ¿puedes contarme cosas o no contármelas pero encontrar una excusa razonable para no hacerlo?

Y luego está el tema del ruido, cuyo funcionamiento nunca se explica -menuda sorpresa-, pero cuya naturaleza siempre varía para ajustarse a lo que la historia necesite en ese momento. Al principio Todd no puede saber nada, no vaya a ser que alguien lo oiga en su ruido… no, mejor no decimos nada.
Ahora, gente que emite ruido acercándose a Todd por la espalda sin que él se entere, no una, ni dos, ni tres veces, eso sí. Eso sí es posible. O Todd no puede saber nada porque todos lo oirían en su ruido, pero, pese a que todos conozcan La Ley, con mayúsculas, Todd no la oye en el ruido de nadie. ¿Por qué? Porque eso sería revelar información, y dios nos libre de hacerlo antes del epílogo.
Pero no te lo pierdas, porque cuando llegan las respuestas, la mitad eran obvias y predecibles y la otra mitad no tienen ningún sentido. No quiero hacer spoilers, pero... si partimos de la base de que no puedes mentir ni ocultar tus pensamientos, ¿no es un poco absurdo que alguien te pueda engañar? ¿O que no puedas demostrar tu inocencia? Y lo de la complicidad compartida... ¿es que la gente en este sitio no sabe restar años y saber quién podría haber estado implicado y quién ni siquiera había nacido?
¿Y cómo, por el amor de Dios, es posible que Todd no supiera nada si vivía en el mismo pueblo y puede oír los pensamientos de la gente? ¿A ninguno se le escapó nada? ¿Nunca? ¡Dios! Si él no puede saber las cosas porque los otros se enterarían, ¿cómo es posible que todos los otros lo sepan y él no se entere? ¿Pueden o no pueden leerse los pensamientos entre sí? Un poquito de consistencia, por favor.
En fin... Me encanta la ironía de que el capítulo que se llama "Preguntas con respuestas" vaya seguido de uno que se llama "¿Qué sentido tiene?". 

Y a estos grandes sinsentidos, tienes que sumar los pequeños sinsentidos. 
Si tienen motores de fisión, tan eficientes y compactos como para propulsar una moto o un cortacésped, ¿por qué hay una gasolinera en cada pueblo? ¿Para qué es la gasolina? ¿De dónde sale? Son granjeros en un nuevo mundo, ¿es que tienen una refinería por ahí oculta?
¿Llegaron al nuevo mundo con su conocimiento escrito en libros de papel? ¿Trajeron libros en un viaje interestelar y no algo en formato digital? ¿Y en veinte años de colonización han conseguido acabar con todo rastro de tecnología aparte de las motos y cosechadoras de fisión? ¿Cómo? Yo aún tengo cintas en VHS y varios reproductores de MP3 por ahí en una caja. Y no solo en el pueblo de Todd, la tecnología ha desaparecido de todo el planeta por lo visto. 
Pero aún no os he hablado de mi favorito… el esguince del continuo espacio tiempo: los malos persiguen a Todd desde un punto A hasta un punto B durante dos días, Todd consigue escapar destruyendo un puente y ni 24 horas más tarde, los malos han vuelto hasta A, han conseguido refuerzos y han vuelto a B, pese a que ya no hay puente. Primero, ¿cómo es posible? Y segundo, suponiendo que hayan corrido mucho, mucho, muchísimo, o que no hayan tenido que volver atrás a por refuerzos, ¿qué sentido tiene mantener y vigilar un puente si el río es vadeable sin mayor impedimento a escasas horas de distancia? ¿Y por qué no lo vadearon según él lo destruyó?

Y así podría seguir… ¿Veis por qué este libro me cabrea? No quiero decir que sea un libro malo por completo, porque creo que consigue exactamente lo que se propone: irritarte. Transmite muy bien ese desbordante ruido que no te deja pensar, y te pone en el dilema moral de odiar a muerte al protagonista, pero, con todo lo malo que le pasa, y con lo malos que son los otros, no quedarte más remedio que apoyarle. 
Sin embargo, intencional o no, no creo que un libro que es molesto de leer, con un protagonista que es molesto de soportar, y con una trama que te esconde la información con el mismo descaro que le robas la nariz a tu sobrino, sea un buen libro. De hecho, diría que es insufrible en todos los aspectos. No se lo recomiendo ni a alguien que me caiga tan mal como Todd.  

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