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Woken Furies | Richard Morgan

Woken Furies es una mejora en comparación con Broken Angels, pero tampoco por mucho. Esta tercera entrega en la saga de Takeshi Kovacs tiene buenas ideas, pero la historia que las "une entre sí" es un absoluto desastre.

Woken Furies Richard Morgan

El libro tenía todo el potencial para ser algo grande, pero lo desperdicia. Basta ver las ideas y temas que introduce: dos personalidades que conviven en una misma pila y un mismo cuerpo, una versión joven de Takeshi que trata de dar caza a su versión actual, un constructo virtual habitado por personas que han renunciado al mundo material, tecnología que permite interactuar con los restos de una civilización alienígena, movimientos revolucionarios a lo largo de generaciones, armas genómicas hereditarias, personas conectadas en red funcionando como una mente colmena, robots autoreplicantes y así un largo etcétera.
Por desgracia, el libro se queda en la introducción de esos conceptos, sin llegar nunca a explorarlos o dedicarles más de un par de páginas, y no porque sea corto, precisamente. 550 páginas deberían dar para mucho, si no fuera por todo el innecesario relleno.  

El problema es que interconectando todos estos elementos hay una trama falta de explicaciones, pero rebosante de escenas innecesarias. Hay partes buenas, pero entre cada dos elementos de la trama, tenemos que lidiar (no encuentro mejor palabra) con páginas y páginas de descripciones e historia de lugares que no nos importan ni están relacionados con los acontecimientos, incómodos discursos religiosos, debates revolucionarios que te hacen sentir que estas leyendo propaganda, y una constante sexualización de cualquier personaje femenino. Es como si no pudiera hacer una descripción sin mencionar sus tetas.
Y no hablemos de las escenas de sexo, que son para sacarse los ojos.  Múltiples, completamente injustificadas, innecesariamente gráficas y que no aportan absolutamente nada. De hecho, me he fijado en que siempre, en los tres libros, siguen el mismo patrón. La chica de turno se arroja deseosa a los brazos (y lo que no son los brazos) de Tak y él, como un héroe, se sacrifica por el equipo y termina accediendo.
Lo peor es que realmente ninguna de estas mujeres tiene motivos para acostarse con él. En Altered Carbon, Miriam trata de comprar su silencio con sexo, eso puedo entenderlo, y existe una química entre Tak y Ortega, pero en las dos secuelas, las mujeres simplemente se arrojan sobre él porque el autor debe tener la necesidad contractual de introducir una escena de sexo en la marca del 30% y otra en la del 60%. No hay ningún otro motivo.

Tras un prólogo que introduce al clon joven de Tak, el libro empieza con un Tak mayor muy cabreado (no sabemos por qué), matando gente (no sabemos por qué) y salvando a una chica (tampoco sabemos por qué). Todo esto se explica más adelante, pero si creéis que la página 300 es algo tarde para dar sentido al elemento precursor de toda la trama, estamos de acuerdo.
El caso es que se embarca en una aventura con una tripulación de deComs, cazarrecompensas que se dedican a cazar mimints, robots inteligentes. Esta línea narrativa se extiende a lo largo de 150 páginas y resulta que al final la tecnología deCom es muy importante para la trama, pero si crees que en todo ese tiempo hay espacio para explicarte qué puñetas son los deComs, te espera una gran decepción. ¿Quién tiene tiempo para explicaciones? Piu, piu, piu, robots muertos. Wiiiii....
Ciento cincuenta páginas de matar robots y no explicar nada más tarde, se introducen los dos elementos principales de la historia: la chica con dos personalidades en su cabeza y la amenaza del clon joven. ¿Tarde? Sí. El caso es que tiramos a la basura todos los personajes y líneas narrativas anteriores para no volverlas a mencionar nunca jamás y ponemos a Tak y a la chica a la fuga. Insoportables escenas de sexo aparte, esta es una de las secciones buenas del libro gracias a la interacción entre ambos, y el único momento en que se explora esta doble personalidad, porque de aquí en adelante ella está cautiva o inconsciente o una de las personalidades ha tomado el mando. Otro elemento que tiramos a la basura, no pasa nada…

… porque llegamos al primer cara a cara de los dos Taks, y es decepcionante. No hay duelo de ingenio, no hay juego psicológico de “sé lo que estás pensando”. De hecho, ni siquiera llegan a luchar. Tak mayor se pega con los secuaces de Tak joven, Tak joven se lleva a la chica y ya está.  Fundido a negro y siguiente capítulo. Podría haber sido cualquier otro villano que la escena habría sido la misma.
Tras ese jarro de agua fría llegamos a la parte en la que, literalmente, abandoné el libro durante dos meses. Cien páginas de Tak viajando de un sitio a otro (no se nos explica por qué), tomando distintos medios de trasporte y hablando con el capitán del barco, uno de los pasajeros, otro de los pasajeros, la piloto de un avión, el hijo de la piloto… y no creáis que ninguna de estas conversaciones aporta absolutamente nada a la trama, o que alguno de estos personajes va a volver a salir, o que ayuda a explicar algo de los motivos de Tak para hacer lo que hace… nah…

Finalmente, Tak se reúne con un grupo de antiguos amigos (dentro nueva remesa de personajes desechables) y una chica de quince años que resulta ser un hacker. No sabemos de qué la conoce, cómo es tan buena o porqué Tak tiene esa actitud tan protectora con ella, pero las explicaciones están sobrevaloradas.
Total, que esta banda de revolucionarios surferos (otra de esas cosas que no tiene justificación ni explicación) decide rescatar a la chica de la doble personalidad, pero antes necesitan información de un tío que ha renunciado a la carne y vive en un constructo digital. Total, que van allí, entran, consiguen la información, alguien ataca el constructo y ellos se van. ¿Crees que el ataque al constructo se explica, tiene alguna relevancia o se vuelve a mencionar siquiera? La respuesta es no. Será que era muy aburrido entrar y salir con la información, y había que meter algo de acción y violencia gratuita…

Con esta nueva información se preparan para rescatar a la chica, solo que todo el plan que trazan con la información no era el verdadero plan, sino una distracción para lo que otros personajes están haciendo sin que nosotros lo sepamos, leamos o veamos, y el lector se pregunta, ¿para qué hemos dedicado treinta páginas a escalar una pared entonces?
De una forma o de otra consiguen a la chica y entramos en la segunda sección buena del libro, con todos los debates sobre revolución, orden social, armas genómicas, lo que representa un símbolo… es muy interesante y casi consigue que se te olvide que la chica de quince años que parecía tan importante ha hecho mutis por el foro para no volver a aparecer, o que llevamos más de doscientas páginas sin saber del Tak joven. Detalles... 

Y así llegamos a la recta final con todas sus traiciones, contra-traiciones y contra-contra-traiciones. Pero antes, dentro Tod, un personaje super importante para la trama, que hemos esperado hasta estar a cincuenta páginas del final para siquiera mencionarlo, porque eso debe ser lo normal…
Cuarenta páginas de violencia, muerte e intuición de brigadas más tardes, Tak descubre toda la verdad, y llegamos al gran final, el cara a cara entre los dos Taks… y dura menos de cuatro páginas. ¿En serio? ¿Dedicas más páginas a escalar una pared que a este enfrentamiento? ¿Dedicas más líneas a hablar con el capitán de un barco aleatorio que no va a volver a salir que a hablar con tu yo joven? Solo recordarlo me cabrea… y de nuevo, nada de duelo psicológico; intercambian un par de insultos, luego un par de puños y ajá, uno de ellos gana, ya está. A casa todo el mundo.

¿Sabéis qué es lo que más me cabrea? Que la segunda temporada de Altered Carbon existe en Netflix y demuestra que con todas estas buenas ideas es posible escribir una buena historia, con ritmo, con cohesión, con sus giros narrativos, sus sorpresas, sus momentos climáticos… en lugar de lo que tenemos aquí, que parece casi un borrador o un cúmulo de ideas grapadas unas detrás de otras. 
Constantemente introduce una línea narrativa y una nueva banda de personajes, para luego dar un salto, abandonarla por completo, y volver a introducir otra retahíla de personajes y tramas… para abandonarlas de nuevo. De vez en cuando suelta una línea para tratar de hilar una cosa con la otra, pero es imposible no sentir que son elementos totalmente disjuntos. 
No se juega con la anticipación, no se dan indicios de lo que va a pasar o qué se propone Tak en cada momento… es un absoluto desastre, y suma a eso las escenas incómodas, los discursos de propaganda electoral en los que Tak habla y habla, sin una sola frase por parte de sus interlocutores o una sola descripción entre párrafo y párrafo. O las infames escenas de sexo. ¿Como puede un libro hacerme sentir incómodo hablando de sexo? No me lo explico. 
No, lo siento, malo. No suelo decir esto, pero ved la serie en lugar de leer el libro.

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