Siempre he dicho que en Divinity Original Sin II hay que ser agresivo, que las tácticas defensivas no funcionan, que hay que ir siempre a la ofensiva, que es mejor romper armaduras y controlar enemigos, que tener más vida no sirve de nada... pero pero creo que por fin he encontrado una build que funciona jugando de forma defensiva y basada nada más y nada menos que en Castigo. Lo que más me ha gustado de este personaje, no es lo resiliente que puede llegar a ser, ni el placer de ver a los enemigos matarse solos al atacarte (o tirar su turno porque tienen tan poca vida que no te quieren atacar), sino el que me haya conducido a una forma distinta de jugar, de ver los combates y los enemigos y, sobre todo, de interactuar con mecánicas del juego como el uso de pociones, pergaminos y comida. Cosas que, incluso en la dificultad más alta, solía ignorar casi por completo. Acabo de terminar una campaña en solitario con este personaje y me ha hecho ver el juego con nuevos ojos....