Normalmente no presto mucha atención a los audible originals porque son bastante mediocres. Sin embargo, cuando por casualidad topé con esta precuela a la serie Carnival Row que tanto me gustó, decidí darle una oportunidad. Sorpresa, sorpresa, es malo.
El libro empieza seis años antes de la serie, cuando El Pacto finalmente toma Tirnanoc y los soldados de Burgue huyen, dejando tirados a los faéricos, pero rápidamente retrocede otros cuatro años, hasta el momento en que Tourmaline conoce a Vignette y ambas se enamoran perdidamente la una de la otra. Eso es todo, no hay nada más, ni acción, ni suspense, ni misterios, ni secretos, solo una historia de amor entre dos jóvenes que ya sabemos como termina.
Y la ambientación... ¿esperabais descubrir más cosas del mundo de las hadas? Jajajaja, no, va a ser que no. Toda la historia transcurre en una universidad genérica, con la excepción de una breve excursión a un genérico río en las montañas.
Es todo tan aburrido, tan mundano, tan normal, que solo se me ocurren dos explicaciones: o bien la escritora no ha visto la serie, que tendría delito, o tenía ya escrita una historia genérica sobre amor adolescente y decidieron cambiar los nombres para poder poner el logo de Carnival Row.
Hay una parte en la que usan un micrófono... Vamos a ver, ¿cómo pueden tener micrófonos antes de que los hombres de Burgue lleven la tecnología moderna a sus costas? Sin comentarios... Lo que es peor, en una ciudad construida y habitada solo por hadas, los personajes van andando a todas partes, incluso suben y bajan peldaños.
En serio, la serie no dedica muchos minutos a mostrar Tirnanoc, pero solo la escena en que los soldados de Burgue entran en el santuario bastan para mostrar que ese mundo es totalmente diferente: espacios verticales, sin barandillas ni escaleras, porque las hadas, mira por dónde, pueden volar.
Sinceramente, podrías coger este libro, quitarle las cuatro referencias que han puesto a las alas aquí y allá, ambientarlo en una universidad aleatoria de Estados Unidos, y la historia sería la misma; igual de sosa y aburrida, pero la misma.
Prometía mucho al empezar en plena guerra y pensaba que se iba a contar algo interesante, como la llegada de los primeros refugiados a Burgue, o a mostrar más detalles de Tirnanoc, pero no. Amor universitario, insinuaciones sexuales y tres horas de insufrible aburrimiento.
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