Si no conociera las novelas de Bernard Cornwell en las que se basa la serie, estaría tentado de decir que es una mala adaptación; como sí las conozco, puedo decir que sufre de los mismos problemas que me hicieron dejar los libros. Por lo visto, los libros, y por ende la serie, tienen una tremenda precisión histórica y muestran muy bien la realidad de las batallas de aquella época. Como no me veo en posesión de conocimientos o potestad para rebatir tal argumento, lo tomaré como cierto y les reconoceré el mérito, pero es cuanto les voy a reconocer. El principal problema de la serie (y era igual en el libro) es que la historia va a toda velocidad, saltando de momento clave en momento clave sin darte tiempo a empatizar con ningún personaje. Trata de ser novelado, pero siendo sinceros, tiene más en común con un libro de historia. Un salto temporal del prólogo en que es un niño a cuando se hace hombre es aceptable, incluso agradecido, pero cuando p...