Crónicas del Crimen se ha convertido mi juego de mesa predilecto cuando busco una aventura de investigación, deducciones y resolución de enemigas, desbancando al antiguo campeón, Sherlock Detective Asesor, y huelga decir que cuando anunciaron que iban a sacar tres nuevas expansiones, con más casos, tardé escasas horas en apuntarme al Kickstarter para hacerme con ellas.
La "expansión", que realmente no es tal, pues no requiere del juego básico, y a la que han bautizado como la saga Millenium, consta de tres cajas, una ambientada en el medieval 1400, otra ambientada en en el victoriano 1900 y otra en un cyberpunk 2400. Además de una cuarta caja que combina las tres y sobre cuyo contenido a día de hoy solo puedo especular. Viajes en el tiempo, tal vez.
Estaba esperando a jugar las tres para hacer una reseña completa de la saga, pero como la traducción de los casos en la aplicación se está alargando un poco más de lo esperado, he cambiado de planes y he optado por tres reseñas independientes. O cuatro, dependiendo de lo que haya en la cuarta caja, que no lo sé.
Para quien no conozca el sistema, Crónicas del Crimen es un juego de investigación, en el que tomas el papel de un "detective" y tienes que resolver un caso, interrogando testigos, reuniendo pistas, lo típico.
Lo que lo diferencia de otros juegos similares es que usa un sistema de códigos QR que escaneas con el móvil, y que te permite preguntar a cualquier persona por cualquier otra persona, o por cualquier objeto. Esto, unido a eventos basados en tiempo que activa la aplicación, crea un sinfín de posibilidades que sería imposible de alcanzar si todo el contenido estuviera escrito en cartas.
Además, cuando inspeccionas una escena en busca de pistas, lo haces a través del móvil, como si de un juego de realidad virtual se tratase.
Sí, lo sé, la barrera entre juego de mesa y videojuego se desdibuja, pero el mero hecho de tener todas las cartas y la información sobre la mesa, aunque el trabajo pesado lo haga la app, invita a jugarlo con más gente, y el juego me encanta. No soy tan purista como para privarme de una experiencia tan recomendable, solo porque use una app y no sea un juego de mesa en el sentido estricto de la palabra.
Entonces, ¿qué incorpora este primer capítulo de la saga Millenium que no tuviera ya el juego básico, ambientado en nuestro tiempo? Pues lo primero y fundamental, cuatro fantásticos casos nuevos. Y sí, sé que el juego tiene usos limitados, y que habrá a quien eso no le guste, pero pensad que estás pagando 25€ por cuatro tardes de diversión; si fueras cuatro veces al cine, te gastarías bastante más de eso. Y siempre puedes pasárselo a algún amigo cuando lo hayas terminado, o puedes esperar a que se publiquen nuevos casos que descargar en la app, ya que el juego no está limitado por los componentes de la caja. No sé si los publicarán, pero la posibilidad está ahí.
A nivel mecánico, esta aventura medieval incorpora dos novedades:
Primero, las visiones. El personaje al que interpretamos sufre visiones proféticas, en forma de una serie de cartas ilustradas que recibimos al comienzo del caso, y que pueden mostrarnos imágenes del pasado o el futuro, y ayudarnos en la resolución del caso. No cambia mucho la forma de jugar, pero es un elemento más con el que trabajar, y cuando descubres la identidad de alguno de los personajes que aparecen en las visiones, es un gran eureka en torno a la mesa.
Lo segundo, es que a nuestro protagonista le acompaña su fiel Percival, un perrete al que podemos mostrar objetos para que siga su rastro. Esto puede conducirnos a nuevas localizaciones, o permitirnos identificar a quién de los presentes en un lugar pertenece cierto objeto, y este sí es un gran cambio en cómo afrontar las investigaciones.
Respecto al diseño y complejidad de los casos, los cuatro nos han gustado mucho. Si bien no tienen la variedad temática que puedes encontrar en la caja original, sí que reflejan muy bien la época en la que se desarrollan, donde toman importancia cosas, como por ejemplo, el secreto de confesión.
Hubo uno en el que tuvimos un problemilla, porque sabíamos quién era el culpable y teníamos las pruebas, pero por más que escaneábamos lo uno o lo otro, el juego no nos permitía seguir avanzando (imagino que porque no habíamos escaneado algo previamente y habíamos llegado a la conclusión por otras vías), pero aparte de eso, el juego funciona de maravilla.
Hacía mucho que no escribía una reseña de un juego de mesa por aquí, y me alegro de que el retorno haya sido para hablar de esta fantástica nueva entrega en un juego que me encanta, y que recomiendo a cualquiera a quien le gustara el Crónicas del Crimen original, o a quien le gusten los juegos de detectives e investigación.
Y si queréis saber más, estad atentos, que en cuanto saquen los casos de 1900 y 2400, no tardaremos ni un día en jugarlos.
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