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Star Wars Jedi Fallen Order

La semana pasada terminé el Star Wars Jedi Fallen Order, y ya sé que hace más de un año que salió a la venta, pero aquí van mis tardías impresiones. 

Star Wars Fallen Order

El juego es una curiosa mezcla entre las plataformas, saltos, escaladas y otros elementos habituales de un Uncharted, el desafiante combate de un Dark Souls (aunque bastante menos exigente), en el que si un enemigo te mata te arrebata toda la experiencia acumulada y descansar hace reaparecer a los enemigos, y toques de Metroidvania, que te hacen regresar a zonas ya exploradas, a medida que vas desbloqueando nuevas habilidades y abriendo así nuevos caminos. 

Aparte de eso, el juego es un claro guiño a los fans de Star Sars, especialmente en los compases iniciales. El juego empieza en un desguace, donde el imperio está desmantelando naves de las guerras clon, y el niño en mí no podía dejar de babear con cada panorámica. Y lo mismo puedo decir de la primera secuencia en Kashyyyk

 

La historia está bastante bien. No es algo que vaya a revolucionar el canon, o que te vaya a dejar la cabeza dando vueltas con una revelación inesperada, pero es entretenida, es fácil de seguir, conozcas o no el universo y su trasfondo, y a mí, personalmente, me resulta muy atractivo ese arco narrativo de héroe a regañadientes.

Me ha gustado especialmente la cohesión que consigue mantener toda la trama, pese a tener una estructura no lineal, en la que el juego te deja decidir por ti mismo qué planeta visitar a continuación. 


Y en línea con esto, me ha gustado mucho la manera orgánica e inmersiva en la que el juego te advierte del peligro de unas zonas u otras, sin necesidad de plantarte un letrero rojo de "nivel mínimo recomendado". Por ejemplo, si tratas de ir a Dathomir nada más empezar la aventura, los otros miembros de la tripulación te dirán cosas como ¿estas seguro? o expresarán sus dudas, pero esa es toda la indicación que el juego te va a proporcionar de que una zona es particularmente peligrosa, y que no estás preparado aún para ella. 

Del mismo modo, cuando conseguir una habilidad desbloquea una nueva zona que explorar en un planeta anterior, alguno de los tripulantes de la Mantis comentará de pasada algo al respecto, insinuándote que tal vez deberías ir, pero sin necesidad de un artificioso indicador.  


También me ha gustado mucho la forma en que conseguir nuevas habilidades va de la mano de un flashback, que no solo nos muestra el aprendizaje y pasado del protagonista, sino que sirve para que el jugador aprenda a dominar la habilidad. 

No siempre es fácil justificar el hecho de que un personaje supuestamente adiestrado empiece el juego sin apenas poderes o capacidad, y creo que esto Fallen Order lo hace de forma muy elegante. 


Si puedo ponerle dos peros a la historia son los siguientes. 

Primero, durante la aventura, se te da en varias ocasiones la opción de elegir cómo reaccionar a una pregunta, y hay un punto en el que el juego claramente muestra el dilema al que se enfrenta el protagonista, con dos personajes planteando formas opuestas de completar la misión. Y sin embargo, al final, el juego no te da la opción de elegir, y toma esa decisión por ti; una decisión, que de haberla tomado el jugador hubiera sido un momento muy impactante, pero que al ser robada de tus manos, incluso quita peso y relevancia a todo lo que has hecho en la aventura. 

Segundo, todo el tema de los mercenarios y los Vástagos de Haxion parece un añadido de última hora para hacer la campaña algo más larga e introducir un puñado más de enemigos. Igual estaba yo muy dormido, pero cuando aparecen no se explica muy bien porqué lo hacen, si están colaborando con el imperio, si van por libre... luego tampoco se explica porqué no te entregan al imperio, y a partir de ese punto, siguen apareciendo, a veces en terreno supuestamente de nadie (lo cual tiene sentido) y otras en terreno claramente controlado por alguna facción, sin que se dé ninguna explicación a qué hacen y cómo han llegado hasta ahí. 


La mecánica principal del juego, que no deja de ser el combate, me ha parecido muy interesante, con un nivel de dificultad y complejidad muy de mi gusto, en el que no me siento abrumado por los controles, largos combos o por tener que memorizar la animación de cada ataque y cada enemigo, pero que sí logra suponerme un desafío, y me da ese subidón de adrenalina cuando consigues un encadenar una serie de bloqueos y contraataques perfectos. 

Si quieres luchar con la elegancia y gracilidad de un caballero Jedi, y no como un matón con un bate luminoso, vas a tener que ganártelo, pero el juego tampoco va a castigarte por no usar del todo bien un determinado movimiento o poder. 

Cal no tiene tantas habilidades, pero la variedad de enemigos y la forma en que el juego los combina entre sí, te obliga a buscar distintas formas de enfrentarte a ellos. Lo cual queda patente en el último nivel del juego, que no es sino sala tras sala de enemigos, lo cual normalmente me parecería algo cansino, pero el juego va sacando distintas combinaciones de enemigos, o de enemigos y terreno, y te hace darlo todo en una imparable escalada de tensión. 


Algo que es de alabar es cómo el combate se adapta a la historia y a lo que el personaje está sintiendo. Un soldado de asalto con un rifle, lógicamente no es una amenaza para un Jedi, pero si son cuatro o cinco y además coordinan sus disparos, eso puede suponer un problema. 

Quizá sea casualidad, pero mi curva de aprendizaje se ha emparejado muy bien con esta progresión en la dificultad de los enfrentamientos. Cada vez que sentía que podía enfrentarme fácilmente a los enemigos, el imperio me salía con un nuevo tipo de enemigo, o con grupos más grandes, lo cual va perfectamente alineado con la historia, ya que al principio eres tú quien les pilla a ellos por sorpresa, y luego son ellos los que van a cazarte con toda la artillería. 

Y todo esto resulta aún más evidente con la Inquisidora, a la que te enfrentas varias veces a lo largo del juego, y en todos esos encuentros, ella tienen prácticamente las mismas habilidades, cantidad de vida y capacidad de daño. Su nivel no se adapta al tuyo, o al progreso que has hecho en el juego. Lo que cambia, es tu objetivo en el combate. 

La primera vez, solo tienes que aguantar y sobrevivir hasta que te rescaten. La segunda, causarla algo de daño y huir, y así... y esto de nuevo ata muy bien la narrativa con el combate, ya que ves cómo tus habilidades aumentan, y que puedes hacerla frente algo mejor, pero sin perder la perspectiva de que estás a un paso del desastre. 


Los otros elementos del juego están bien, sin más, nada nuevo o que no hayamos visto antes. 

La exploración está bien, al más puro estilo Metroidvania, pero casi todo lo que encuentras son cosméticos. Lo cual hace que cuando encuentras una mejora de vida, o de fuerza, o algo incluso mejor, sea un momentazo. Pero aún así, me habría gustado que hubiera más cositas interesantes que incentivaran la exploración. 

Las plataformas están bien, sobre todo cuando integran elementos de la fuerza, y en general son bastante permisivas: solo te quitan algo de vida al caer, en lugar de devolverte al último checkpoint. Lo único nuevo son los abundantes "toboganes", que casi parecen pantallas de cargando ocultas, y son lo que peor funciona. El personaje no se controla bien, la cámara no gira lo suficientemente rápido para las curvas...

Hay varios templos-puzle estilo Tomb Raider, que están bastante bien, aunque me hubiera gustado que fueran más largos, y solo uno de ellos, que por suerte, es opcional, requiere de esa exasperante precisión en los botones una vez que ya sabes de sobra qué es lo que hay que hacer. 


Y por ir terminando, no es que sea una de esas cosas en las que yo me fije demasiado, salvo que los problemas sean flagrantes, pero a nivel gráfico y de desempeño el juego está muy bien. En los combates, puedes ver y sentir cada movimiento, cada estocada, cada golpe, cada blaster. Zeffo en particular me ha encantado, con sus distintos ambientes, cada uno perfectamente distintivo, y todo conectado entre sí de forma tan elegante. Y Nur y Bracca, el final y el principio de la aventura, me devuelven al niño interior que crecía viendo la trilogía original. 

Sin embargo, y no se si esto es cosa mía o un problema generalizado, el juego sufre muchísimo en Kashyyyk. Aparecen texturas de la nada al acercarte, los wookies tienen un aspecto horrible, e incluso se me ha llegado a quedar colgado al pasar de las zonas de interior a las de exterior. 


En suma, el juego me ha gustado mucho. Combina Star Wars, una franquicia que me encanta, con tres influencias de tres géneros de videojuegos por los que siempre he tenido debilidad, y eso ya era receta para el éxito. 

Además, aunque me hubiera gustado tener más capacidad de decisión en su desenlace, la historia está muy bien, con un desarrollo no lineal y un final de clavar las uñas en el mando, y el sistema de combate me ha gustado mucho, especialmente en como su dificultad va de la mano de la trama. 

No es el título del año, pero es un ansiado regreso a los juegos de Star Wars para un jugador, que ya se echaba en falta desde los tiempos de Dark ForcesJedy Academy, Republic Commandos o The Force Unleashed.

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