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Reseña | Ensalada de Puntos

Buenas. Hoy quería hablaros del primero de dos jueguitos que acaba de sacar Devir para alegrarnos el verano: Ensalada de Puntos. 


El nombre del juego puede resultar engañoso, pues es un término que se emplea para referirse a esos juegos, generalmente de colocar trabajadores y gestión de recursos, en los que la temática está solo de pasada, todo da puntos y el objetivo es hacer muchos puntos de la forma que sea. Pero el título es hasta donde llegan las similitudes.  
Ensalada de puntos es un juego muy pequeño que consiste únicamente de un mazo de cartas que tienen verduras por el anverso (18 cartas de seis verduras o colores distintas) y reglas de puntuación por el reverso, del tipo "cada dos pimientos valen 5 puntos". 

Barajas el mazo, lo divides en tres pilas boca abajo (con las reglas de puntuación visibles), sacas seis cartas boca arriba (o con la verdura visible) y estás listo para jugar. 
En tu turno puedes coger dos verduras boca arriba o una de las reglas de puntuación  "boca abajo" que están sobre los mazos, y digo "boca abajo" entre comillas, porque ves perfectamente lo que robas. Luego tienes la opción de dar la vuelta a una de tus reglas de puntuación para convertirla en verdura, o pasar el turno. 
Repones las cartas de verdura del centro que hayas cogido (si las has cogido) con las reglas de la parte superior del mazo, dándolas la vuelta, y le toca al siguiente. 


Así se alternan turnos hasta que todo el mazo se gasta y al final se cuentan los puntos, con la particularidad de que tus cartas de verdura cuentan para todas tus reglas de puntuación. Es decir, que si tienes la regla que dice que cada pareja de pimiento y zanahoria suma 5 puntos, y cada pareja de pimiento y tomate suma cinco puntos, tus dos pimientos cuentan para ambas reglas. 
Y ya está, ya sabéis jugar a ensalada de puntos. 

No nos engañemos, este es un juego sencillito, y el nivel de estrategia al que puedes aspirar es reducido. Cada regla de puntuación es única y prácticamente cualquier acción de los otros jugadores puede quitarte la carta que necesitas. Si cogen verdura, la regla que querías baja del mazo y se convierte en verdura; se fue para siempre. O pueden coger la carta de puntuación, solo por hacerte la puñeta, aunque no les valga para nada, e inmediatamente darla la vuelta y convertirla en verdura. 
Pero que el juego sea sencillo no significa que no tengas que tomar decisiones interesantes o que puedas centrarte en tu ensalada y dejar a los demás que hagan lo que quieran. Hay que estar atento a lo que necesita cada cual. Lo que digo es que no hay estrategia, solo táctica: en cada turno, tienes que hacer lo mejor que puedas con lo que tienes delante, porque es prácticamente imposible planificar a futuro, especialmente con grupos grandes de jugadores. 

Los componentes están fenomenal, con cartas de buena calidad, bonitas y muy coloridas, que es algo que siempre se agradece. ¡Basta ya de cartas negras y oscuras! La única pega que le pongo es que las cebollas (rosa) y los tomates (rojo) tienen un color muy parecido, especialmente si juegas con fundas o la luz genera reflejos. Me gustaría que hubieran usado un color más distinto, como un azul claro, o incluso un blanco, para las cebollas. 
Además, la edición en español (a diferencia de otros idiomas) viene en una cajita metálica, que hay que reconocer que es una monada y muy práctica para transportarlo, pero una molestia para almacenarlo, porque no se apila bien con el resto de cajas. 
Pues ahí habrá a quién le guste lo uno o le guste lo otro. Yo hubiera preferido la caja de cartón, pero solo porque tengo muchos juegos, y el poder almacenarlos de forma eficiente es algo importante para mí. Si preferís la caja de cartón, comprad el juego en inglés, que es totalmente independiente del idioma. 

Conclusión: puede que no sea el gran juego de estrategia al que viciarse este verano, pero es fácil de aprender y enseñar, se juega rápido, es divertido, es colorido, es vistoso, y es uno de esos juegos que puedes sacar una y otra y otra vez, tanto si estás con jugones y necesitas desintoxicar de la sesión de Gloomhaven, como si estás con la familia o los niños en la piscina. Es difícil echar una partida y no decir "venga, otra". 
Muy recomendable. 

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