Este libro no solo es alucinante, es la epítome de que segundas partes pueden ser buenas; muy buenas. Segundo libro de la segunda trilogía, lo tenía todo en contra, pero puedo decir con confianza que está entre los mejores de la saga, cómodamente sentado junto a "Los Héroes".
Los personajes son el punto fuerte del libro y están perfectamente consolidados, hasta el punto en que ya no echo de menos a los "héroes" de libros anteriores, como Glokta o Logen. Se ven influenciados por la generación anterior, sí, pero no es esta la que los define, ni parecen pobres sustitutos o imitaciones. Cada uno es su complejo y único entramado de defectos, carencias y desgracias. Y quizá lo mejor es cómo, a lo largo del libro y sin que ninguno tenga que cambiar su papel de protagonista por el de antagonista, Abercombie logra hacer que te pongas primero del lado de unos, luego de otros, y que tus simpatías cambien.
El capítulo en Sipani, todos con máscaras, juntos y revueltos, pero sin saber quién es quién, es sencillamente genial. Y los cara a cara entre Orso y Brock son brutales; consiguen, de algún modo, que saltes de idealizar a los rebeldes y su noble lucha contra la tiranía, a condenar a los traicioneros insurgentes, que no quieren más que el caos. ¡Y son las mismas personas! Bravo.
De la trama, no me atrevo de decir más, tan avanzados ya en la saga, pero sí diré que el último tercio es de morderse las uñas y quedarse con la boca abierta. Tanto es así, que que hasta se te olvida todo lo que ha pasado, y en los líos que andaban metidos unos y otros al principio. Queda todo en un suspenso tal, con la era de la locura que prodiga el título de la saga a punto de alcanzar su clímax, que necesito leer ya la tercera y última parte. Yo no sé por dónde va a salir esto en "La sabiduría de las masas", pero creo que el título nos da una buena pista.
Aunque ha llegado ya rozando el invierno, este libro se postula para subir al podio de las mejores lecturas del año; y salvo debacle absoluta en la conclusión de la saga, "La Era de la Locura" va a ser una de mis tribologías de fantasía favoritas durante mucho tiempo. Os la recomiendo encarecidamente, y esta es de las que me gustan tanto que no me cansaré de recomendar. No lo digo muchas veces, pero este libro es per-fec-to. No puedo hallarle una sola pega. Abercombie es el maestro absoluto del grimdark, y si alguien no está de acuerdo, por favor, decidme quién le supera, porque un libro mejor que este tiene que ser algo de otro mundo.
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