Con una inesperada combinación de ciencia ficción y fantasía, este es uno de los libros más originales y creativos que he leído en una larga temporada, y uno que es prácticamente imposible de clasificar, no solo por su género, sino por la historia que trata de contar (ahora lo vemos en detalle).
Premio Locus en 2020, y finalista al Hugo y Nebula, la novela no decepciona y deja con ganas de más, aunque pierde algo de fuelle al principio del segundo acto.
Pero vayamos por partes. El libro empieza con una inesperada y sumamente original mezcal de ciencia ficción y fantasía, ya desde el minuto uno. Hay nigromancia, esgrima y duelos a espada, pero también naves espaciales y una compleja sociedad interplanetaria. En estos compases iniciales, todo apunta a que la historia va a seguir las aventuras y desventuras de Gideon, en su empeño por ganar su libertad, con una trama muy centrada en su persona y su compleja relación con Harrow. Y todo esto es cierto, pero no lo es todo.
Al comienzo del segundo acto, con la llegada de Gideon y Harrow llegan a la Morada Canaán, la trama aparenta evolucionar en un rip-off de Los Juegos del Hambre, con los dos representantes de cada una de las ocho casas tomando parte en una misteriosa competición.
Hay algunos puzles que resolver, obstáculos que superar... Vamos conociendo a las otras casas que, como no podía ser de otra forma, cada una encarna una profesión o rasgo de personalidad, y sus representantes son la viva imagen de estos atributos... Este, para mí, es el punto en que la novela pierde fuelle, o al menos fue en el que yo perdí cierto interés, y que fue únicamente rescatado por la original atmósfera y ambientación.
Por suerte, el libro no pretende ser un rip-off de los Juegos del Hambre, y hacia la mitad de la novela, la trama se convierte en algo más parecido a un caso de Agatha Christie, con todos los personajes en un mansión, gente que muere o desaparece, y un misterio por resolver. Aquí los personajes empiezan a mostrar su verdadera cara, y vemos que son algo más que la personificación unidimensional del atributo de su casa. Surgen rivalidades y disputas, se forman y disuelven alianzas, hay engaños y traiciones... esta parte está genial.
Pero un buen misterio no podría funcionar sin una resolución satisfactoria, y me ha encantado cómo la respuesta al misterio entrelaza todo lo que ha ido ocurriendo a lo largo de la novela, con los secretos del pasado de los personajes, y con la historia del imperio en su conjunto.
Es genial, y el libro aún no ha terminado, porque una vez resuelto el misterio, hay que detener al villano. Y este no es uno de esos villanos a los que el detective desarma con palabras astutas mientras fuma pipa en su sofá.
Aún tenemos por delante toda una alucinante conflagración nigromántica, y cuánto me alegro de poder decir que todos los obstáculos superados, todas las lecciones aprendidas, y todos los momentos de crecimiento de los personajes que hemos visto a lo largo del libro juegan un papel importante aquí. El final es muy épico, y te deja con ganas de más. For the Ninth!!!
Respecto al sistema de magia, me ha gustado que, a pesar de que todos los magos sean nigromantes, haya distintas escuelas, y cada uno pueda hacer cosas distintas: levantar esqueletos, hablar con los muertos, ver el pasado de los objetos, restaurar la carne, controlar la sangre, succionar la vida de otros, o ceder la propia... muy interesante, muy variado, y uno de los motivos por los que esa conflagración final de la que hablaba es tan alucinante.
Pero lo que más me ha gustado de la ambientación, es el simple (pero muchas veces olvidado) hecho de que toda la magia no este simplemente pintada sobre un mundo genérico, sino que este se toma la molestia de explicar como la existencia de la nigromancia afecta al universo y lo hace diferente de cualquier otro.
¿Por qué necesitan infantería con espadas si tienen ejercidos de esqueletos? El libro te lo dice. ¿Por qué solo viven en planetas y no hay estaciones espaciales? ¿Por qué a los nigromantes no les gusta el vacío espacial? Te lo dice. ¿Cómo afecta la existencia de la nigromancia a la medicina? ¿Cómo afecta la nigromancia a la gente con cáncer y enfermedades terminales? Te lo dice.
Solo me queda una duda: ¿por qué si tienen naves espaciales con armas de fuego no tienen pistolas? No nos dicen que no existan, pero el hecho de no ver ninguna y que usen ballestas... entiendo que como nigromante no te conviene matar enemigos de lejos, ¿pero no sería ese motivo suficiente para usar armas de fuego contra los nigromantes?
Incluso se habla de lo fácil que sería destruir algo con un bombardeo orbital, o lo vulnerable que es una nave espacial, pero lo cierto es que el libro solo toca de refilón las naves espaciales y todo ese aspecto del universo y de su guerra interminable, y el personaje que hace de ojos para el lector no tiene ni idea del tema, así que es algo que puedo pasarle en la esperanza de que ya me lo explicarán.
Y por último, hablemos de los personajes. Gideon y Harrow son dos personajes geniales, muy divertidos y con una dinámica de amistad-odio que me encanta. La relación y la fluctuante confianza entre ambas es parte fundamental de la novela y me alegro de que funcione tan bien. Incluso los personajes secundarios, que al principio parecían ser planos y unidimensionales, un ejemplo viviente de los valores de sus casas, demuestran tener más fondo de lo que parecía. Palamedes en concreto me ha gustado mucho.
Lo único que no entiendo... El que decidió publicitar y anunciar esta novela como nigromantes lesbianas en el espacio, ¿Qué se había fumado? Porque por culpa de esa descripción estuve a punto de no leerlo, pero menos mal que no hice caso. Sí, Gideon es lesbiana, pero ese no es más que un aspecto más de su personalidad que nada tiene que ver con la trama del libro o los temas que aborda. Es como si hubieran dicho que es un libro sobre nigromantes pelirrojas en el espacio. Seriously...
En resumen, un libro muy recomendable, con un final épico y una temática única, que no hace sino mejorar una vez se supera ese momento de bajón con las nueve casas y su competición que te hace temer que lo que tienes entre tus manos no sea sino una novela distópica juvenil más.
El universo está muy conseguido (y más importante, muy bien pensado), con un rico sistema de magia que se integra perfectamente con la ambientación gótico-futurística, haciendo el mundo creíble y realista. Una vez entrado en materia, el libro mantiene un fantástico equilibrio entre acción, magia, humor y misterio, que, sinceramente, me ha dejado con ganas de más.
Y para los que critican al libro por ser demasiado sangriento: es un libro de nigromantes, ¿Qué puñetas esperabais? ¿picnics en el campo? Va a haber sangre, y esqueletos, y cadáveres, y resurrecciones, y poco respeto a los muertos. Pero eso no significa que el libro sea desagradable o tenga escenas de mal gusto. Simplemente, en lugar de decir que el mago creó una espada de fuego, la crea de hueso, o en lugar de golpear a sus enemigos con rayos, lo hace con un torrente de sangre. Además, los sarcásticos comentarios de Gideon ayudan a aliviar la tensión de cualquier escena. En serio, si alguien os dice que el libro es desagradable, no le hagáis caso.
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