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Los Héroes | Joe Abercrombie

Este es el sexto libro que leo de Abercrombie, el quinto en el mundo de La Primera Ley, y es posible que sea el mejor de todos ellos. En 900 páginas, el libro narra una sola batalla, tres días de escaramuzas, ataques, retiradas, tensiones y negociaciones. Tres días, no nos llevemos a engaño, de muerte y violencia a espuertas, con la crudeza y brutalidad a la que nos tiene habituados el autor. Pero el libro tiene mucho más. 

Héroes Abercrombie

Si el libro hubiera consistido únicamente en la batalla, en gloriosas cargas de caballería e incontables choques de lanza, seguramente no me habría gustado. Novecientas páginas de espadazos son muchas páginas casi para cualquiera. 

Por suerte, la batalla solo es el lienzo sobre el que contar una historia llena de rivalidades, envidias, conspiraciones y conjuras en ambos bandos; un medio con el que mostrar las consecuencias de la ineptitud o la arrogancia; un medio para plantear la pregunta que constantemente se hace uno de los protagonistas, ¿Qué es lo correcto? 

Porque el libro no trata de ensalzar la gloria de la guerra, sino de mostrarnos su lado más crudo, muy diferente del de los cantares de gesta, en el que la suerte recompensa a quienes menos lo merecen, los grandes héroes no son reconocidos o mueren del modo más tonto, en el que los oportunistas ascienden sobre una escalera de huesos, y en el que lo único que se consigue es crear cadáveres y nuevas rencillas. 


Me ha gustado mucho cómo el libro entreteje los puntos de vista de al menos una decena de personajes para que veamos todo lo que ocurre en todos los frentes del conflicto, y en ambos bandos. Y además lo hace de forma que, cuando estás leyendo el capítulo de un personaje de la Unión, quieres que este gane, y lamentas las muertes de sus compañeros, y cruzas los dedos por que no le pase nada; pero en el capítulo siguiente, cuando lees desde el punto de vista de un norteño, quieres que sea él quien se alce victorioso,  que sea el quien no tenga que enterrar a sus amigos. Y poco a poco te das cuenta de que lo que quieres es que no muera nadie, porque todos los personajes te gustan, con todos puedes simpatizar, y tienes claro que ninguno va a conseguir nada con toda esta lucha. 

Porque este libro tiene personajes francamente buenos. ¿Puedo tener un libro entero sobre Whirrun de Bligh, por favor? ¿O de la docena de Crow al completo? ¿O de Yolk y el Cabo Tunny? 


Pero además, los cambios de personaje van en sintonía con el ritmo de la batalla. Durante las horas de la noche, cuando no están luchando, o cuando la batalla aún sigue un cierto orden, la acción se centra en un solo personaje, va despacio, se analizan tácticas y estrategias... Pero cuando todo se vuelve un caos en el barro, una melé en la que el orden y la disciplina pierden todo el significado, los cambios de personaje se vuelven frenéticos, y Abercrombie hace una cosa que me ha encantado. 

Empieza el capítulo introduciendo un personaje nuevo, en cualquiera de los bandos, nos da un par de pinceladas de su trasfondo, de sus ambiciones, de porqué está en esta batalla, o porqué desearía no estarlo, y nos cuenta lo que está haciendo, lo que ocurre a su alrededor, hasta que o bien muere, o bien presencia la muerte de un compañero. Y entonces la acción salta a ese personaje en el bando contrario, que acaba de cobrarse una víctima, y la fórmula se repite: trasfondo, motivos, acciones, muerte, cambio de personaje. 

De esta forma recorre todo el campo de batalla, de un extremo a otro, mostrando el punto de vista de ambos bandos, siguiendo el devenir del combate con cada avance y cada retirada, y lo hace de cerca, con las botas hundidas en el barro y la sangre salpicando en la cara, no desde el punto de vista del general casi omnisciente en su tienda de mando. 

Y me encanta, porque refleja perfectamente los momentos de caos y confusión, las órdenes que llegan tarde, el soldado que se queda solo, la retirada cuando el enemigo estaba a punto de ceder... Muchas veces analizamos y contamos los conflictos bélicos como un duelo entre dos generales que mueven piezas de ajedrez y se engañan el uno al otro, pero la determinación de un hombre, el medio de otro, o la rivalidad entre dos oficiales, puede contribuir tanto o más a determinar el resultado de la batalla como la astucia de los hombres al mando. El propio Mariscal Kroy lo dice en el libro, frustrado por su impotencia, "cuanto más asciendes, menos control tienes sobre el resultado de la batalla".


Si habéis leído la primera trilogía de La Primera Ley y os quedasteis con ganas de ver más de la beligerante sociedad de los hombres del norte, con la lealtad y la traición, siempre en delicado equilibrio sobre el filo de una espada, este libro no es va a decepcionar. 

Si os quedasteis con ganas de ver más de los juegos políticos de la Unión, perfectamente ejemplificados en el ascenso de Jezal y la carrera de West, este libro tiene toda la ambición, toda la incompetencia, toda la búsqueda de chivos expiatorios, y todo el tráfico de influencias que uno pueda desear. 

De hecho, una de las cosas que me ha gustado mucho, y que eché en falta en el anterior, es la continuidad con la trilogía original. Mientras que La Mejor Venganza nos cuenta una historia casi paralela, en la que aparecen algunos personajes en común, pero sin mayor relación entre las tramas, Los Héroes es la perfecta continuación para la trilogía, tomando el conflicto entre Logen, el Sabueso, Dow, Calder y Scale justo donde lo dejó El Último Argumento de los Reyes

Cambian los protagonistas, pero prácticamente todos los personajes son viejos conocidos, en cuyas historias nos podemos introducir más, ahora que se narra desde su punto de vista, y desde el principio se especula sobre el regreso de Logen. ¿Está vivo? ¿Está muerto? ¿Por qué bando lucha? No voy a daros la respuesta, pero si habéis leído los libros anteriores, la mera posibilidad de que aparezca debería ser aliciente más que de sobra.


Y esto nos lleva a una pregunta importante: ¿Puedes leerlo sin haber leído lo demás? Porque el libro es "independiente", pero se ambienta en un mundo donde le preceden casi 4000 páginas. 

Pues sí, puedes, el libro introduce muy bien a todos los personajes, y sus motivos y ambiciones, y los que en otros libros fueron protagonistas, aquí son secundarios, y viceversa. Eso sí, y esto es obvio, vas a disfrutar mucho más el libro si sabes lo que pasó entre Dow, Calder y Logen, si sabes que pasó en el burdel de Cardotti, o si sabes quién es Bayaz, por poner un par de ejemplos. 


El libro está genial, y me ha encantado, pero entiendo que no es un libro para todo el mundo, porque tiene mucha violencia, y no precisamente dulcificada con palabras bonitas. Eso sí, para quién haya leído y le haya gustado la trilogía de La Primera Ley, este libro es la continuación que estaban buscando. Además, aunque Bayaz sigue haciendo de maestro titiritero, el libro deja un poco de lado todo el tema de la magia, que personalmente era lo que menos me atraía de la trilogía original, y se centra por completo en los conflictos y rivalidades humanas, que me resultan mucho más interesantes. 

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