Reseña relámpago, que la noveleta apenas tiene 30 páginas.
La idea está bien: ordenadores cuánticos, la imposibilidad de generar números verdaderamente aleatorios y la ingente cantidad de dinero que mueve un casino de Las Vegas. Ladrones de ratón y teclado contra el departamento de ciberseguridad. No es nada revolucionario, pero está bien.
La historia, por desgracia, es bastante sosa. No hay misterio, no hay sorpresas, no se crea ningún tipo de tensión y los giros narrativos no aterrizan con el impacto que deberían. Casi parece el esqueleto o primer borrador de lo que debería hacer sido la obra completa.
La primera mitad es técnica y farragosa, todo exposición disfrazada de diálogo en aras de poder explicar lo que es el entrelazamiento cuántico. Luego aparece el malo, al que se introduce directamente como el malo, sin trampa ni cartón, e inmediatamente se expone su plan y motivaciones. Y a renglón seguido, casi con los cordones sin abrochar, llegamos un clímax que me ha dejado, como mucho, indiferente.
Una historia de cinco punto gracias. Decepcionante viniendo de Weir, un autor que me encanta.
Comentarios
Publicar un comentario