Dauntless me recuerda a la clásica serie Battlestar Galactica y creo que si esta os gustó, este libro también os va a gustar.
La flota desesperada a la fuga, saltando de sistema en sistema; el enemigo implacable que los persigue allí donde van; el almirante que pertenece a otra generación, atrincherado en su antigua forma de hacer las cosas; la líder política, a veces aliada a veces en oposición al almirante; los jóvenes oficiales, forzados a posiciones de responsabilidad por catastróficas bajas... toca muchas de las mismas notas que Galáctica.
La historia sigue los pasos de John Geary, héroe de la alianza y dado por muerto quien, tras un siglo en sueño criogénico en una cápsula de salvamento, se ve forzado a tomar el mando de una flota perdida en territorio enemigo. Combina un poco ese aire de almirante perfectamente capaz, controlando una flota que se extiende a través de distancias tan vastas como para que haya decalaje en las conversaciones, con la sensación de pez fuera del agua de alguien que se ha perdido el último siglo de historia.
El libro es una sucesión de batallas espaciales, maniobras y decisiones militares. Sin embargo, no esperéis trepidantes secuencias de acción con pilotos de caza y maniobras vertiginosas. En esencia, el libro es Geary, ya sea en la sala de conferencias, o en el puente de mando de su buque insignia, dirigiendo centenas de naves y miles de personas.
He investigado y resulta que en sus primeros borradores, esta saga de libros buscaba combinar batallas espaciales y abogados, algo que el autor terminó por descartar, pero que sigue dejándose ver de vez en cuando.
No digo todo esto como algo malo, sino como algo a tomar en consideración antes de coger este libro de la estantería. A mí ha gustado mucho esta forma de relatar las batallas desde un punto de vista más táctico y estratégico, sirve muy bien a la hora de transmitir la dimensión del conflicto, y lo que supone un campo de batalla donde las naves se mueven a velocidades casi relativistas y las distancias son tan bastas que órdenes y mensajes, e incluso lo que los personajes pueden ver y saber, se ven afectados por las limitaciones de la velocidad de la luz.
Acción aparte, la novela explora lo que supone una guerra que se extiende a lo largo de generaciones: la pérdida de conocimiento, los ideales desvirtuados, el ensalzamiento de falsas figuras heroicas, la adopción de prácticas inmorales para igualar la brutalidad del enemigo. Y alguien que se ha saltado un siglo de historia es el testigo perfecto para mostrar estas diferencias en cultura, costumbres y percepción del mundo en general y el conflicto en que se hayan inmersos en particular.
Los personajes, sin embargo, quedan algo simples y representan uno u otro aspecto de esta sociedad que el autor quiere mostrar. Pero lo entiendo, la novela es corta, la flota y el elenco extensos, y las páginas no dan para más. Geary por el contrario, tiene bastante personalidad y caracterización, haciendo abundante uso de la cursiva para mostrarnos lo que está pensando y haciendo uso de ese recurso que tanto me gusta, que es el contraste entre el diálogo interno y externo del personaje. Estos se hayan siempre en conflicto, tratando de lidiar con la imagen que la historia ha hecho de sus batalles, y lo que realmente ocurrió, y esforzándose por reconciliar la cultura militar de hace cien años con las realidades de la flota actual.
Además, al principio pensaba que iba a ser un poco extraño que alguien con conocimientos cien años obsoletos tomara con éxito el mando de una flota en condiciones tan adversas; sin embargo, el autor usa muy bien este declive de la sociedad y a Geary como ancla en las prácticas, principios y conocimientos del pasado, para justificar su habilidad y competencia.
Todo ello hace que los elementos de la acción, la temática de sociedad en declive arrastrada por una guerra, los personajes y sus cualidades, la situación desesperada a la que se enfrentan, todo, encaje armoniosamente como piezas de un puzle.
Vamos, que el libro me ha gustado mucho, que ya tengo la segunda parte en el carrito de la compra, y que todo apunta a que antes de final de año me he leído los seis libros de la saga. Lo dicho, muy similar a Galáctica, al menos en su premisa y planteamiento, y un gran libro sobre batallas espaciales, pero más enfocado en la táctica y la estrategia que en audaces acciones heroicas.
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