¿Hay algo más satisfactorio que un gran final? Casi seiscientas páginas en menos de cinco días, y es que no podía parar de leer. Reseña breve: ¡Me ha encantado!
El libro arranca con los personajes separados, tratando de ponerse al día todo lo que ocurrió en el libro anterior, que es algo que siempre me genera una cierta aprensión —no sé porqué, necesito que los personajes se encuentren, se cuenten las cosas—, pero una vez que la trama se pone en marcha, pisa el acelerador y ya no para.
O, cuando lo hace, es acompañado de esa sensación de calma antes de la tormenta. Un respiro en el que ni el lector, ni los personajes, terminan de creer que el peligro haya pasado.
Y es que el libro está cargado de acción, desde grandes batallas campales a pequeñas escaramuzas, pasando por toda suerte de persecuciones, emboscadas, asedios, engaños, traiciones, conspiraciones, atentados, arrestos... incluso consigue hacer emocionante el resultado de unas elecciones.
Todo ello —el libro no funcionaría tan bien de otro modo—, entrelazado con grandes momentos de los personajes. Fundamentalmente entre Tamas, Taniel y Vlora, que tenían las relaciones más tensas y complicadas, pero realmente todo el elenco brilla a lo largo de la novela.
He cogido cariño incluso a personajes secundarios, que ni siquiera tienen capítulos desde su punto de vista, como Bo, Vlora y Olem. Aunque, si alguien me ha sorprendido, ha sido Nila. En los libros anteriores era el personaje que menos llamaba mi intención; me aburría, no me apetecía leer sobre ella. Pero su evolución ha sido la más pronunciada y su punto de vista en este tercer volumen de la trilogía aportan un muy necesario pilar en el que asentar este universo de magia y pólvora.
El único personaje que me parece que está de más es SouSmith, pero es que siempre he tenido la impresión de que está ahí para que Adamat pueda deducir y reflexionar en voz alta, evitando así que sus capítulos sean pura introspección. Tampoco es que SouSmith haga o diga mucho, simplemente... está.
Podría citar múltiples momentos a lo largo de la novela que me han gustado, ya sea por cómo han introducido cosas nuevas, o por cómo han hilado lo que estaba ocurriendo con elementos introducidos uno o dos libros antes, pero no quiero estropear ninguna sorpresa. Sólo diré que el final me ha gustado mucho y me ha resultado muy... reconfortante.
Realmente no sé qué más decir. Siempre es difícil con los sagas, porque si ya habéis leído los anteriores y os han gustado, lo más seguro es que leáis este igualmente, y si no habéis leído los anteriores, pues no es estoy dando suficiente información y deberíais buscar mi reseña sobre Promesa de Sangre.
Supongo que lo importante en la reseña sobre un final de saga es responder a dos preguntas: ¿Está a la altura del resto de la saga? y ¿es un final satisfactorio? La respuesta a ambas preguntas es un rotundo sí. De hecho... creo que, de los tres, es el que más me ha gustado.
El libro no saldrá en español hasta diciembre, y no me explico cómo han tardado tanto en traducirlos (desde 2015, se dice pronto), porque son unos libros fantásticos, pero eso no cambia nada. Recomiendo esta saga encarecidamente a todos mis lectores aficionados a la fantasía.
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