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El Fin de la Infancia | Arthur C. Clarke

El Fin de la Infancia es un libro sobre una invasión alienígena de la Tierra, pero no por la fuerza de las armas, sino por por completa asimilación pacífica. Unos benévolos alienígenas resuelven todos los problemas de la humanidad —el hambre, la guerra, la pobreza, la enfermedad, todo—, acabando, en un par de generaciones, con toda la motivación y la creatividad de la raza humana, porque, ¿para que molestarse en crear algo, si ellos lo crean mejor? ¿porqué aprender o investigar algo, si ellos ya lo saben? 

Es algo parecido a lo que el hombre ha hecho al domesticar a los animales y, al final, se crea una utopía en la que nadie trabaja, todo el mundo tiene lo que quiere, y la humanidad se reduce a una voraz consumidora de contenido y entretenimiento. Aunque quizá no debería decir "al final", porque esto que os cuento, es solo el principio de la novela. Luego entran en juego la no linealidad del tiempo, la dilación espacio-temporal del viaje espacial, los saltos evolutivos, las mentes colectivas, y todo un batiburrillo de conceptos propios de la ciencia ficción más dura. 

Fin Infancia Arthur Clarke

Como con muchas novelas de ciencia ficción de mediados del siglo XIX, los personajes toman un papel secundario en la trama, cediendo su lugar bajo los focos a las ideas y, en última instancia, a la humanidad que hace las veces de verdadero protagonista. 

Personalmente, me ha gustado mucho más la primera parte, sobre esa utopía, en apariencia idílica, pero en la que el mundo va cayendo poco a poco en la apatía y la indiferencia, que todo el misterio y las revelaciones de la segunda parte. No digo que no me haya gustado, solo me ha resultado menos interesante. 

La parte de la falsa utopía me ha gustado mucho: hace al libro algo distinto, y a lo que este debe su popularidad. Las mentes colmena y la no linealidad del tiempo, bueno, están bien, sin más. Se abordan más y mejor en otras novelas, mientras que aquí solo aparecen hacia el final, y apenas se exploran en ningún tipo de profundidad. 

He visto bastantes opiniones que critican el final, con una nota algo agridulce, pero a mi me ha parecido más que apropiado, y alineado con el tono y el desarrollo de la novela. Lo único que no me ha gustado es que un tablero de ouija desempeñe un papel tan angular en el acto central, porque creo que es algo que no tiene cabida o lugar en una novela de ciencia ficción, pero eso es algo puntual y, sin duda, completa preferencia personal. 


En suma, el libro no está a la altura de otros clásicos de la ciencia ficción a los que adoro, ni puede compararse con el excelente Cita con Rama, también de Clarke, pero creo que sí merece la pena, especialmente la primera mitad, y con apenas doscientas páginas, no es una inversión de tiempo tan grande como para que alguien a quién le guste la ciencia ficción lo pase por alto. 

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