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El Fin de la Eternidad | Isaac Asimov

El Fin de la Eternidad es una novela sobre viajes en el tiempo, en un mundo donde la humanidad ha descubierto el modo de alterar su pasado. Una sociedad al margen del tiempo, conocida como La Eternidad, realiza pequeños ajustes a lo largo de los siglos, alterando la historia cuando es necesario, reescribiendo la realidad, en un esfuerzo por alcanzar el óptimo de felicidad para la humanidad. 

Pero todo esto es puesto en entredicho cuando un eterno se enamora de una chica del tiempo normal, y decide hacer cuanto esté en su mano por evitar el cambio de realidad que, junto a ciertas tendencias sociales indeseables, haría imposible su relación. 

Fin Eternidad Isaac Asimov

La historia, por supuesto, está escrita en el estilo funcional y eficiente de Asimov, con personajes simples y unidimensionales, y donde imperan las ideas y los actos, frente a las emociones o el diálogo interno de los personajes. No digo que esto esté mal. La Fundación está escrita así y es mi libro favorito. Pero si creéis que esto que os estoy contando difícilmente encaja con una historia premisa y motivación son de índole romántica, estáis en lo cierto. 

A mí me resultó igual de chocante, pero esta es la realidad: la relación entre Harlan y Noys es una falsa premisa. Sí, pone la trama en movimiento, en apariencia, pero no, no es el foco de la historia. Es lo que motiva al protagonista, pero no es la causa de la historia, ni su desenlace es su consecuencia. En el fondo, El Fin de la Eternidad es, ante todo, y como decía al principio de esta reseña, una historia de viajes en el tiempo. 

Es una novela que mezcla distintos tipos de viajes en el tiempo, con sus distintas paradojas, en una misma historia y consigue que funcione. También es una novela que explora con ojo crítico las posibles consecuencias de que la humanidad descubriera el viaje en el tiempo, o los múltiples escenarios en que alguien podría viajar al pasado y encontrarse a sí mismo. Este libro va mucho más allá del simple: «viajas al pasado, matas a tu abuelo, entonces nunca has nacido, y nunca has viajado al pasado, y tu abuelo vive, y entonces estás vivo, y puedes viajar al pasado, y...».

Y el último acto, consiste en un completo cambio de perspectiva, en que los personajes tienen que tratar de predecir las causas a partir de las consecuencias. Puesto que esto no ha ocurrido, significa que en el pasado tuvo que ocurrir esto otro, y así. 


En suma, creo que es una novela muy interesante y me ha gustado mucho, pero creo que su premisa y sinopsis pueden crear falsas expectativas, que luego la novela no va a satisfacer. Yo creía que iba a ser un buen puente, para hacer el salto entre el público de novelita romántica y la ciencia ficción más pura, pero no. Este es un libro para quien le guste leer sobre viajes en el tiempo y no le importe tener que parar en mitad de un párrafo para darle vueltas a la cabeza y procesar lo que acaba de leer. Ignorad la parte relativa a la historia de amor, tomarla como lo que es, una excusa para poner a Harlan en acción, y centraos en lo importante: los viajes en el tiempo. Creo que así se disfruta más. 

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