He decidido intentar hacer mis reseñas más cortas, y este es el primer experimento. A ver que tal.
El Problema de los Tres Cuerpos arranca con una trama algo confusa y carente de explicaciones, que toca temas tan dispares como revolución cultural china o un videojuego de inmersión virtual. No obstante, no tarda en evolucionar en una brillante e imaginativa historia de ciencia ficción.
La novela parte de la premisa de que, en una de las ocasiones en que la humanidad lanza un mensaje al universo, una civilización alienígena responde, aunque la trama es más compleja de lo que esto os podría dar a entender. La idea que explora es la del contacto como símbolo (propuesta en el libro por un ficticio Bill Mathers de la RAND). Es decir, cómo este primer contacto, por mínimo y nimio que pueda ser en cuanto a intercambio de información, es capaz de afectar profunda e irreversiblemente tanto al individuo como a la sociedad; un concepto con el que el autor traza un fantástico paralelismo hacia el final de la novela.
Como en otras novelas que he leído de del autor, El Problema de los Tres Cuerpos demuestra creatividad e imaginación a la hora de introducir ideas, crear problemas y plantear soluciones en ámbitos que van desde la escala cosmológica a la subatómica, sin dejar de pasar por lo sociológico. No solo eso, sino que el autor dedica tiempo y esfuerzo a dar plausibilidad científica a sus ideas.
La pega que siempre he encontrado a las novelas de Liu, y esta no es una excepción, es que los personajes son bastante planos e unidimensionales, a veces incluso secundarios a la trama, tomando el papel de meros testigos a través de cuyos ojos el lector puede ver la historia. Wang y Ye hacen contribuciones importantes en el primer acto de la novela, pero a partir de ese punto, son meros pasajeros, espectadores, sin realmente ningún objetivo o aspiración, mucho menos un rol a desempeñar en los acontecimientos. Hay un punto, hacia el final del segundo acto, en que el libro incluso deja de lado todo retazo de personajes durante varios capítulos, para describir acontecimientos como si de un libro de historia se tratase.
No digo que sea algo malo per sé, porque alejar el foco de los personajes es precisamente lo que permite hacer tanto hincapié en las ideas que introduce, y la plausibilidad científica de las mismas, pero es algo a tener en cuenta, porque un estilo de narración que vaya a encajar con todo el mundo.
El libro me ha gustado, aunque creo que conocer de antemano el estilo del autor me ha ayudado a tener el tipo de expectativas adecuadas. Al principio me costó coger ritmo, porque llevo muy mal eso de no entender que está pasando, pero el último tercio me lo devoré de una sentada. Os lo recomiendo si os gusta la ciencia ficción y os atrae la idea de como un primer contacto con especies extraterrestres podría afectar a la humanidad, pero sobre todo, si no os chirría eso de que los personajes sean secundarios en su propia historia, porque es raro.
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