El libro me ha gustado, quiero dejarlo claro desde el principio, lo he disfrutado mucho, pero también creo que es el más flojo de la saga.
El principio, explorando esa irreal frontera entre el mundo material y el mundo puramente cognitivo que habitan los delvers, está muy bien.
El final es brutal. Emotivo, tenso, cargado de acción y significado. Hay un montón de revelaciones importantes sobre el universo, sobre los citónicos, sobre los delvers... y grandes momentos de coraje, sacrificio y desarrollo personal para los protagonistas. Los últimos cuatro o cinco capítulos son de diez absoluto.
Y los interludios, que transcurren en un lugar puramente cognitivo, ajeno al espacio y el tiempo, donde los personajes no tienen cuerpos, solo mentes, y luchan entre sí con ideas en lugar de con los puños, son un brillante ejercicio de abstracción e imaginación.
El problema es que todos estos momentos brillantes está unido entre sí por una trama secundaria de piratas —porque resulta que el mundo inmaterial de ninguna parte está habitado por piratas—, que sí, es entretenida, y tiene buenos personajes y momentos tiernos, pero es un poco más de lo mismo. Spensa en un caza. Piun, piun, piun. Spensa haciendo amigos. Piun, piun, piun. Spensa tratando de encajar entre gente que la ve como un bicho raro. Piun. Piun. Piun. Spensa haciendo de instructora de vuelo... Otra vez lo mismo.
Las rencillas entre facciones piratas o la competición para ver quién es el rey de los piratas parece un paso atrás en la magnitud del conflicto y lo que está en juego con respecto a libros anteriores, o respecto al argumento central de la trama, que no deja de ser descubrir los secretos de los delvers para salvar el universo. Y además, por cómo acaban las cosas, da la impresión de que todo este arco narrativo de pata de palo y parche en el ojo no va a tener ninguna influencia o repercusión a futuro, así que no entiendo qué pinta ahí.
Este iba a ser el libro final de la trilogía, pero ahora es el tercero de cuatro, y según el propio Sanderson, ha pasado por más revisiones por palabra que con cualquiera de sus otros libros. Todo esto me lleva a pensar que el plan inicial para el libro era otro muy distinto, centrado en los elementos más abstractos y profundos de la trama, pero que alguien, en algún momento, decidió que una novela juvenil necesitaba algo más cercano y tangible a lo que agarrarse, más naves volando y gente disparando, y de ahí toda la trama de amistades y conflictos piratas.
De ser así, es una pena, pero eso no quita que quiera leer el cuarto, con todo lo que sé ahora. En serio, los capítulos finales son brutales y dan un vuelco a todo lo que sabíamos sobre este universo.
Comentarios
Publicar un comentario