Reseña rápida para un libro muy cortito (120 páginas). La historia es un buddy-cop de toda la vida, con la típica pareja de detectives perdedores, pero lo que diferencia a esta novela, no son ellos, ni su investigación policial, sino el entorno en que se desarrolla la trama. En este mundo disponen de una tecnología que les permite recrear una copia exacta de la ciudad durante un día en el pasado, una especie de grabación-simulación, y enviar allí a estos dos detectives a investigar. Pero cada cosa que hacen introduce desviaciones, hace que el día no se desarrolle como ocurrió en realidad, así que no es tan fácil como parece y la información que recaben no es admisible en un juicio. Tienen que buscar cosas que luego los detectives del mundo real puedan aprovechar para conseguir verdaderas pruebas, cosas como seguir a alguien y averiguar dónde vive, o dónde se deshizo del arma del crimen... El libro no se entretiene mucho en explicar el "cómo" científico del funcionamient...