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La Vieja Guardia | John Scalzi

Pese a ser una publicación relativamente reciente (2012), La Vieja Guardia me ha resultado muy reminiscente de las novelas bélicas de ciencia ficción de hace cincuenta años, como Starship Troopers de Robert Heinlein (1959) o La Guerra Interminable de Joe Haldeman (1974).

Tiene todos los elementos asociados a este tipo de historias: cruentas batallas, alienígenas para matar como chinches, pobre infantería humana que cae a diestro y siniestro, increíble tecnología armamentística vagamente explicada, desalentadores ratios de supervivencia, la crítica al militarismo, el cruel sargento de instrucción, el protagonista entre inocente, dedicado y desencantado ascendiendo por los rangos gracias a una combinación de habilidad y casualidad... todo. 

Vieja Guardia John Scalzi

Lo que la diferencia de otras novelas similares es que en La Vieja Guardia los reclutas son ancianos. Se alistan a los 75 años, cuando ya son una carga para la sociedad, y el ejército los pone a punto. Diez años de servicio activo a cambio de una segunda juventud. 

Hubo un momento, una buena parte del libro, en que pensé que esto no iba a ser más que un comentario anecdótico. Al final los personajes tienen tantas modificaciones y mejoras que pueden ejercer en su rol de soldados como lo haría un grupo jóvenes atléticos. De hecho, salvo por comentarios esporádicos alusivos a su edad, actúan, piensan y se comportan como jóvenes. 

Sin embargo, a medida que avanza la novela, descubres que hay ciertas escenas que no podrían haber tenido lugar sin ese bagaje que cada recluta trae consigo, de una vida completa. Algunos estuvieron casados, algunos tuvieron carreras de éxito, otros no, cada cual añora cosas distintas de su vida anterior, pero en las fuerzas de defensa coloniales todos son reclutas. Borrón y cuenta nueva. Profesores de escuela, congresistas, amas de casa y soldados, todos tienen que coger un fusil y aprender a disparar. Cuando aparece, en los raros momentos en que no están pagando tiros y destripando aliens, es una mezcla de trasfondos interesante. 

De hecho, a pesar de toda la acción y todas las muertes, el libro tiene un mensaje bastante bonito sobre las etapas de la vida y las personas que dejamos que formen parte de ella. 


Poco más tengo que decir. Me ha gustado, me ha resultado entretenido, y me lo he leído casi sin querer. Está bien. Lo que esperaba, ni más, ni menos.

A veces cuesta creer que no fuera escrito hace décadas, por lo mucho que se parece a libros de esa época. Si habéis leído cualquiera de ellos, sabéis qué esperar de esta novela. Si no, creo que mis párrafos iniciales hacen un buen resumen: humanos matando aliens, aliens matando humanos, y un pobre desgraciado en el centro, preguntándose el porqué de todo ello. 

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