Las novelas secretas del año de Sanderson han estado bien. Algunas me han gustado más, otras me han gustado menos, pero tengo que reconocer que la experiencia, en su conjunto, ha sido memorable.
Desde el día en que anunció el proyecto estaba emocionado y esa sensación se ha extendido a lo largo de todo 2023. La ilusión al recibir cada libro, los días apuntados en el calendario de antemano, las agendas alineadas con mi mujer para leerlo los dos al mismo tiempo, cualquier otro plan de lectura aplazado para hacer hueco...
Así que cuando ayer llegó esta guinda en lo alto del pastel, esta quinta novela, un secreto tras los secretos, como diría Kelsier, no pude evitar sonreír. Navidades antes de tiempo.
La novela es más un relato corto que otra cosa. Un regalo. Un caramelo. Me lo he leído en una tarde, y no lo digo en el sentido de "me he pasado la tarde con el culo pegado al sofá", sino en el sentido de "me he sentado con una taza de café después de comer y ups, antes de darme cuenta se había terminado".
La historia es una mezcla de crime noir con ciencia ficción, con un estilo que recuerda un poco a los libros de Dresden Files, de Jim Butcher, y un protagonista sumido en un depresivo autoengaño de su propia creación. No puedo decir más porque es tan corto que si cuento algo más desvelo la trama.
El caso —una asesina que dice ser inocente— no es nada del otro mundo, y el libro es tan corto que no da tiempo a plantear un profundo misterio o a que el lector se haga muchas preguntas. Se plantea la situación, el detective hace un par de pesquisas y sin comerlo ni beberlo estás en el último capítulo leyendo la solución.
El mundo tampoco me ha parecido particularmente interesante. Esperaba algo en línea con The Original, del propio Sanderson en colaboración con Mary Robinette Kowal, pero de nuevo, el libro es tan corto que no hay tiempo para esos detalles. Y lo mismo ocurre con la demencia/psicosis del protagonista. Es evidente, le da un cierto carisma a toda la narración en primera persona, pero nunca se llega a explicar.
En resumen, una lectura entretenida, con la que he disfrutado una tarde en lugar de ver Netflix, y que me a hecho mucha ilusión recibir porque no me lo esperaba, pero nada memorable o trascendental, o que uno tenga que mover cielo y tierra para añadir a su lista de lecturas.
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