De los cuatro proyectos secretos de Sanderson este ha sido, de largo, el que más me ha gustado, y no creo que sea casualidad que también haya sido el menos experimental y el más relacionad con el resto de su obra.
Para empezar, la ambientación está fenomenal. Diez de diez. Es una mezcla entre fantasía y Mad Max, con espadas y magia, pero también rifles y ciudades voladoras, que funciona muy bien.
Más importante aún a la hora de dejar volar la imaginación, nos encontramos en un planeta nuevo del Cosmere, cuyas condiciones determinan una vida dura en la superficie, y una sociedad en constante movimiento que, a pesar de la crueldad de su entorno, no conoce la violencia. Por si eso fuera poco, el sistema de magia, basado en la muerte, está cargado de grises en el apartado moral, algo que me parece de lo más interesante y que me gustaría explorar aún más en novelas futuras.
No entro más en detalles, porque creo que es algo que hay que descubrir de la mano del protagonista.
La historia también está bastante bien. No es particularmente compleja —es una trama sencilla, con apenas un puñado de personajes y un único punto de vista—, pero resulta trepidante, te mantiene al límite del sofá, lo cual tiene mérito, porque el protagonista, un forastero nuevo en este mundo, como el lector, tiene que ir descubriendo todos los secretos de su entorno.
No obstante, gracias a la dinámica del planeta, que obliga a los personajes a estar en constante movimiento, se logra mantener la tensión y un aire de escena persecución a lo largo de toda la novela.
Y el final, oh, el final... No voy a desvelar nada, pero hacía tiempo que no leía una escena tan dura y al mismo tiempo tan satisfactoria. La sensación es equiparable al momento del Vínculo Nahel de Kaladin en El Ritmo de la Guerra. Si lo habéis leído, sabéis de lo que hablo. Y si no, deberíais leer la saga de El Archivo de las Tormentas, porque es buenísima.
Las ilustraciones y al apartado artístico, que eran parte importante de estos proyectos secretos, ha sido quizá el punto más flojo. No están mal, pero tampoco me han aportado nada. No sé, el estilo no me ha encajado.
Pero si algo ha elevado a El Hombre Iluminado más allá de ser una mera buena historia de acción, y hace que aún siga dando vueltas a todo lo que he leído, son sus conexiones con el resto de la obra de Sanderson y que es el primer libro de la fase espacial del Cosmere.
Sí, el libro podría leerse sin saber nada más. Es independiente. Pero no es la intención que se lea así. Tuve la sensación casi desde el principio y el propio Sanderson lo confirma en sus notas finales. Este es un libro escrito para los fans del Cosmere, que han seguido todas las novelas, historias cortas y relatos, y creo que ese es el público que más lo va a disfrutar.
Para empezar, el protagonista, que se hace llamar Nómada, es un personaje que ya conocemos de antes, de otros libros, y ese trasfondo da mucho más peso a todo lo que ocurre en la novela y al misterio de qué le ha traído hasta aquí. No os digo quién es, no quiero estropearle a nadie la sorpresa, pero en torno al capítulo diez ya hay bastantes indicios, y si no, tranquilos que eventualmente el libro lo confirma, hacia la marca del 70%.
Además, la magia, la ambientación y la trama del libro beben de conceptos previamente introducidos en la saga de El Archivo de las Tormentas, pero también en las novelas cortas Esquirla del Amanecer y Sombras para Silencio en los Bosques del Infierno, y en menor medida de Elantris y El Aliento de los Dioses.
No solo eso, sino que el modo en que hablan de otros mundos, como Scadrial (de Nacidos de la Bruma) o Roshar (de El Archivo de las Tormentas), nos muestra que nos encontramos en un distante futuro con respecto al resto de novelas, y que algo grave ha ocurrido ha ocurrido entre medias. Más importante aún, las cosas que descubrimos sobre Nómada en esta historia, son prácticamente garantía de que será una pieza clave en eventos futuros del universo.
En suma, si estáis leyendo la obra entera de Sanderson y os gusta el Cosmere, no podéis saltaros esta novela, porque no son meras referencias a oros libros lo que incluye, sino eventos importantes para el futuro. Yo ahora mismo estoy deseando que salga el quinto de El Archivo de las Tormentas, porque necesito más. Esta novela ha reavivado mis ganas de Sanderson. Anoche, cuando lo terminé, hasta me planteé releerme algo de lo que me leí hace tiempo. Buscar conexiones que pasara por alto. Ese nivel de emoción me ha generado el final.
Por el contrario, si no habéis leído otras novelas del autor, o si el Cosmere en su conjunto os trae un poco sin cuidado, es una buena historia, pero tampoco os va a resultar nada espectacular. Habrá cosas que ni entendáis, o a las que no podáis dar la debida importancia.
Esta distinción tan radicalmente opuesta es intencional. Sanderson lo confirma en sus notas. Los cuatro proyectos secretos son obras independientes, sí, pero esta última es para los fans del Cosmere, con eventos clave en la trama global de su obra. ¿Debería indicarlo en la contraportada? Quizá. Ese ya es otro debate. Yo he cumplido con mi parte al avisaros.
Comentarios
Publicar un comentario