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Los Viajes de Tuf | George R. R. Martin

Este libro se escribió como una colección de relatos cortos para la revista Analog Science fiction and Fact, y se nota. Incluso dentro de las propias historias en que se estructura la novela, se sigue una narración casi episódica, con marcados actos de presentación —a veces cargada de reiteración de refresco—, nudo y desenlace —con final abierto en suspense.

Al mismo tiempo, la novela se estructura como una antología de siete relatos, los cuales pueden entenderse y disfrutarse perfectamente si se leen de forma independiente, pero no es realmente una antología. Los relatos se desarrollan en orden cronológico, los personajes evolucionan y aprenden de un relato al siguiente, y los siete relatos conforman un macro arco narrativo que da cohesión a la novela como un todo. 

Entonces... ¿esto qué es? ¿Una recopilación de relatos de revista? ¿Una antología? ¿Una novela con siete capítulos muy largos? Pues la respuesta es: todas las anteriores. Si queréis una explicación más corta, es una lectura muy agradable, con aventuras breves, que a su vez, si se leen en orden, conforman una historia completa. Casi como una de esas series policiales en las que cada capítulo es un caso, pero hay una trama mayor que va avanzando una pizquita en cada episodio. 

Viajes Tuf George Martin


Pero basta de hablar de estructura. ¿De qué va la novela? Por supuesto, cada relato tiene su propio carácter —hay hasta uno con notas bíblicas—, pero en general, si puede leerse como un todo, ¿de qué va la novela?

Sin entrar en grandes detalles, Los Viajes de Tuf cuenta las aventuras de Haviland Tuf, un comerciante espacial convertido en ingeniero ecológico; gordo, huraño y amante de los gatos, con una falta de humildad solo comparable a su ego, jugando a ser dios. 

Sí, en cada relato visita un planeta distinto, con su particular problema y solución, pero siempre está ese "jugar a ser dios" como tema principal de la novela; algo que se vuelve más evidente a medida que avanzan las páginas, y que va perfectamente alineado con la bienintencionada, pero redicha y arrogante personalidad de Tuf

Algo que me ha parecido sumamente curioso, y que quizá ya hayáis podido anticipar por mi descripción unos párrafos más arriba, es que el personaje es una autoinserción del propio autor—o de una versión idealizada de sí mismo—, en la novela. Lo cual no hace sino añadir una nota de humor a un protagonista, por lo demás, brillante. 

Buena parte del libro consiste en Tuf, sentado ante su consola o ante una cena, hablando con alguien, y dejando a su interlocutor en la más absoluta humillación y evidencia. Eso sí, sin faltar nunca al decoro y las formas. Su modo de "comerciar" me recuerda un tanto a las novelas inglesas, tipo Jean Austen, en las que los personajes son capaces de los más viles insultos y vejaciones, sin perder por ello la elegancia o romper con la debida etiqueta. 


En suma, y como decía al principio, me ha resultado una lectura muy agradable, distribuida en pequeñas dosis, que era justo lo que necesitaba para estos días de vacaciones. 

No es una novela de ciencia ficción dura, con ideas revolucionaras o de las que ponen a tu cerebro a hacer flexiones, pero las aventuras son originales y entretenidas —ya sea de forma independiente o como un todo—, e incluso cuando te ves venir las intenciones de Tuf a la legua, consigue sacarte una sonrisa de macabra satisfacción una vez se sale con la suya. 

Si os gusta la ciencia ficción y buscáis una lectura más tranquila, esta es una buena recomendación. 

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