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La Peste | Albert Camus

La Peste, como el propio nombre nos indica, cuenta la historia de un brote de peste en la ciudad de Orán, desde el punto de vista de un misterioso narrador, cuya identidad se desvela solo al final de la novela. 

Peste Albert Camus

El libro alterna pasajes centrados en un pequeño grupo de personajes y sus actos para lidiar con la plaga, con otros más abstractos, en los que se explora el comportamiento general de los habitantes de la ciudad, y cómo estos afrontan las distintas etapas de la plaga, desde el desdén inicial, a la locura del aislamiento, hasta la euforia y desmadre final. Casi como si un ensayo se tratase.

Paradójicamente, son estos últimos pasajes, en los que no hay nombres ni rostros, los que resultan más interesantes, especialmente al leer el libro después del confinamiento y el COVID. Por un lado, cuando el autor habla del sentimiento de exilio en el propio hogar, uno no puede sino sentirse identificado, y recordar aquellos raros días de mirar por la ventana y no poder salir, o las colas en el súper, o cuando se agotó la harina... todas esas cosas, de un modo u otro, aparecen en el libro. 

Por otro lado, el autor nos muestra situaciones que pueden parecer irracionales o inverosímiles —¿Cómo va la gente a comportarse así en esa situación?, te preguntarías—, de no ser porque las hemos vivido muy recientemente. La búsqueda de cualquier trampa o excusa para romper el confinamiento, el ocultar la enfermedad en un temerario intento de que nuestra vida no se vea trastocada por ello, el antagonismo a las restricciones y medidas orientadas a protegernos; el cinismo y la apatía de las fases finales, o la frustración y rebeldía de los compases iniciales... todo eso lo hemos visto y aparece en el libro. 

Incluso el primer 10% de la novela, en que estás esperando a que narrador y personajes se den cuenta de lo que para el lector es evidente —que tienen un brote de peste entre manos—, es interesante porque es un fiel reflejo del negacionismo y desdén de los primeros días del COVID. Eso no nos va a afectar. Eso está solo en China. Si es como una gripe. Hasta que, de pronto, los personajes, como fuimos nosotros entonces, son engullidos por la cruda realidad. 


No es el libro más alegre de leer, eso por descontado; hay pasajes duros y crudos y el tono es, casi de forma constante, pesimista. Y realmente la acción es mínima: el foco se halla, ya sea a través de escenas particulares con los protagonistas, o a través de un análisis más abstracto de la ciudad como un todo, en cómo una situación tan límite y excepcional afecta a las personas, a su estado de ánimo, a su forma de pensar, de actuar... y cómo estas lidian con las circunstancias. Todo esto intercalado con reflexiones casi filosóficas que van más allá de las situaciones que se describe en el libro.

Aún así, creo que es un libro muy interesante y muy recomendable para quien le interese reflexionar sobre este tema. Si preferís dejar atrás el COVID y condenarlo al ostracismo del olvido, os invito a buscar lecturas más alegres. 

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