Me gustaría empezar llevando algo de calma a quienes estén ahora mismo pensando que Brandon Sanderson ha sacado otro libro del Cosmere sin que ellos tuvieran constancia. Tranquilidad. White Sand no es nuevo (de hecho, fue el primer libro de Sanderson, antes de Elantris), y por no estar, no está ni publicado más allá del primer capítulo incluido en Arcanum Ilimitado; al menos no en formato novela, que sí en formato comic.
Dicho lo cual, Sanderson envía de vez en cuando la versión novelizada (900 paginitas de nada) en pdf con su newsletter, y la historia forma parte del canon del Cosmere, así que si queréis leerlo todo todo del autor... no se a que estáis esperando. El libro está genial.
Yo empecé a leerlo por dos motivos. Primero, quería saber más sobre Khrissala, una de las protagonistas de este libro, que ya ha aparecido en otras dos novelas, y nada menos que la arcanista responsable de los glosarios de magia que encontramos en la parte posterior de todos los otros libros del Cosmere (y según Sanderson, la única persona que sabe más de magia que Hoid).
En segundo lugar, me arranqué a leer este libro, después de tenerlo meses en mi kindle, porque Taldain, el mundo en el que se desarrolla este libro, es de donde la arena blanca que aparece en el cuarto libro de El Archivo de las Tormentas, y claro, me picaba la curiosidad.
Admitiré que tenía mis dudas, por aquello de no estar publicado, y que igual no estaba tan revisado y pulido, y aunque es cierto que hay algún que otro error tipográfico, el libro es una pasada. Sinceramente, no entiendo porqué Sanderson ha decidido no publicarlo. No tiene nada que envidiar a otros one-of, como Elantris o El Aliento de los Dioses.
Quizá lo que más me ha impresionado del libro ha sido el mundo que crea para su historia. Taldain es un planeta totalmente dual y polarizado. En un hemisferio habita una sociedad moderna, con armas de fuego, universidades y científicos (como Khriss), que solo conoce la oscuridad de la noche. La otra mitad del planeta, donde transcurre la mayoría de la trama, es un enorme desierto en el que nunca se pone el sol, poblado por una sociedad más medieval, pero dotada de magia.
Y esto que acabo de hacer es una burda simplificación del mundo que Sanderson pone ante neustros ojos. La primera parte del libro, en la que, a través de los ojos de una Khriss recién llegada al continente soleado de Taldain, descubrimos los secretos de este mundo desértico, son una oda a la imaginación.
La ambientación aparece una y otra vez, en cada detalle, impidiéndote olvidar que estas en un mundo totalmente distinto a lo que conoces: materiales, armas, cocina, animales, medios de transporte, profesiones... todo.
Pero el libro es mucho más que la expedición de Khriss a dayside y el choque cultural que esto supone cuando conoce a Kenton, un maestro de arena, y coprotagonista de la historia.
Una vez superados los compases iniciales, el libro empieza a desplegar una compleja trama de intrigas políticas, traiciones, rencillas, y todo tipo de conflictos de intereses que, como viene siendo habitual en el autor, termina con unas últimas cien páginas frenéticas, en las que las respuestas se precipitan una detrás de otra, poniendo patas arriba todo lo que sabías o creías saber, al tiempo que te hace preguntarte como pudiste no verlo venir.
A través de este viaje, tanto Khriss como Kenton tienen que dejar atrás la inocencia o rebeldía de su juventud, respectivamente, para asumir responsabilidades y papeles de liderazgo. Este es precisamente el tono principal del libro: el alto y poco valorado precio de la responsabilidad, y los sacrificios a los que esta empuja, una mensaje que queda plasmado perfectamente en un final del que, lógicamente, no diré nada.
Si diré que los dos protagonistas, tanto Khriss, como Kenton, me han gustado mucho. Funcionan muy bien como dúo, pese a ser tan diferentes, y ambos tienen una voz muy característica, con su forma particular de narrar los acontecimientos que transcurren a su alrededor. Y no puedo olvidarme de Baon, y de la sencilla sabiduría del mercenario veterano. Habla poco, pero cada palabra que dice es oro.
Sin ánimo de extenderme mucho más, el libro me ha encantado, y se lo recomiendo a cualquier fan del Cosmere. Lo recomendaría para cualquier fan de la fantasía, pero entiendo que al no estar publicado, la maquetación simplista y los errores tipográficos puedan echar algo para atrás.
A mí, eso sí, el final me ha dejado unas ganas tremendas de más. Este libro es de los que clama a gritos por una segunda parte. Brandon, por favor, necesitamos una secuela en darkside. ¿Que pasa con el A'kar? ¿y con la dinastía? Tantas preguntas y tan pocas respuestas...
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