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Calamity (Reckoners #3) | Brandon Sanderson

Parece ser que mayo es el mes de terminar sagas, pues después de leerme The Ace of Skulls hace un par de semanas, este finde terminé con Calamity, el tercero y último de la trilogía de los Reckoners, y el final me ha gustado mucho. Es literatura juvenil, eso está claro, no estamos ante el Brandon Sanderson de Nacidos de la Bruma o El Archivo de las Tormentas, pero eso no quita que el libro me haya gustado. 

Calamity Reckoners Sanderson

La situación se plantea con la misma fórmula que los dos anteriores, nueva ciudad, con su aspecto y sociedad alterados por los poderes de un Épico, nuevo enemigo invencible al que derrotar, nuevos juguetitos y poderes para nuestros héroes. Sin embargo, hay mucho más en juego: esta vez, el enemigo a batir no es un tirano desconocido, sino un antiguo aliado (no digo más, para los que no hayan leído aún Firefight), al que no quieren matar, sino recuperar para su bando y, no contentos con eso, también quieren derribar al propio Calamity. 

La trama también sigue la misma estructura en tres actos de los libros anteriores. Una primera misión, que sale relativamente bien, luego la llegada a la ciudad en cuestión, en la que descubrimos todas sus rarezas, una segunda misión, que sale regular, y luego preparación, miedos, dudas, prisas, revelaciones y de ahí a la confrontación final.

Y no suelo dar yo mucho valor a los blurbs de la parte trasera de los libros, pero cuando James Dashner dijo "El suspense es implacable y el clímax, explosivo", sabía muy bien de lo que hablaba. Todo el libro es una constante tensión, que crece cual bola de nieve, por ver si podrán vencer, si podrán salvar a su antiguo aliado o tendrán que matarlo, qué otros sacrificios tendrán que hacer por el camino, si caerá alguno de ellos en la oscuridad por extralimitarse... todo esto al tiempo que nos vamos adentrando más en las grandes preguntas de la saga: ¿Quién o qué es Calamity? ¿A qué se debe la oscuridad? ¿Cómo podemos combatirla? Porque el libro deja bien claro que aunque la teoría de David ha rozado la verdad, no es del todo precisa, y ahí está el riesgo.

Pero lo mejor del libro, sin ninguna duda, es el final. Sesenta o setenta páginas de pura acción, combinada con momentos emotivos, escenas verdaderamente épicas, tremendas revelaciones y un par de giros narrativos que no te ves venir, pero cierran todo en un magistral círculo. Me ha gustado mucho. 


No quiero extenderme mucho más, porque no quiero arriesgarme a hacer spoilers, y porque si ya has llegado hasta aquí y has leído los dos primeros, seguramente te leas este último, aunque sea solo por obtener respuestas y dar algo de cierre a la trama. 

Respecto a los personajes, otra cosa que me ha gustado mucho del libro es la nueva dimensión que dan a los poderes de Megan, mucho más útiles y versátiles, al tiempo que más arriesgados, y me encanta esa combinación de grandes poderes con grandes riesgos o limitaciones. Además de que generan toda otra batería de preguntas que responder. 

Pero el que está irreconocible es David, más maduro y menos insoportable que nunca. Ya no toma tantas decisiones precipitadas, no es tan egoísta y, gracias a Dios, hace muchos menos símiles estúpidos. Su relación con Megan, aunque no es el foco de la historia, es bastante tierna, y su relación con las figuras paternas de su vida, muy importante en la trama. 

En suma, el libro me ha gustado y el final ha dado un valor adicional a la saga, encontrando hueco incluso para tocar temas de moralidad humana: ¿somos inherentemente malos o buenos?


Sin embargo, no puedo terminar sin un comentario impulsado por algo que debe andar rozando el TOC. Vamos a ver. En la portada del libro pone "The Reckoners, libro tres". En los dos libros anteriores, al grupo de David y compañía los llamaban los Reckoners. ¿Por qué en este los llaman los Exploradores? Algún traductor entre el público, ¿por qué? 

Al principio pensé que igual habían cambiado de traductor y había sido un despiste, pero no, no, es el mismo Pedro Jorge Romero que tradujo Firefight. Y podría entenderlo si hubieran decidido traducirlo todo, pero absolutamente todos los nombres propios del libro están en el inglés original, sin traducir: Steelheart, Firefight, Limelight, Larciner, Knighthawk, Calamity... ¿por qué ahora deciden traducir Reckoners? No entiendo. 

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