Este libro es lo más estereotípicamente alemán que he leído en mi vida. Cualquier escena, ya sea un una comida un día cualquiera, una relación amorosa, un accidente, una emergencia a bordo de la nave, todo se narra en el mismo tono neutro y aséptico. Los personajes contemplando su muerte inminente o el mayor hallazgo científico con el mismo rango emocional con el que hablan del material del que están hechas las sillas de su despacho. En su afán por la precisión técnica y científica, por el "hard science fiction" que reza en la portada —se incluye un ensayo científico complementario en las últimas 50 páginas, para dar más peso a la verosimilitud técnica de la historia—, el libro se olvida de ser emocionante, de enganchar de algún modo al lector. La historia esta bien. Una sonda descubre vida en Encelado , montan una expedición para ir a investigar, el protagonista se une a la tripulación casi de rebote, la nave falla en ruta, emergencias, alarmas, sacrificios, etc., etc., et...