Cuando empecé este libro admito que lo hice con mis reservas. Un libro indie, autopublicado... es una hoguera con la que ya me he quemado más veces. Sin embargo, mis reservas resultaron no ser más que prejuicios, porque el libro es una maravilla, prueba indiscutible de que las novelas autopublicadas, sin marketing, sin editorial, sin premios, sin bombo y platillo, sin nada más que pasión tras sus palabras, pueden estar a la altura o incluso superar a los libros que habituamos a ver en las estanterías.
El universo que nos plantea la autora es una inmersiva mezcla de valores tradicionales japoneses y cultura samurái, con elementos modernos como teléfonos móviles, televisión o videojuegos, donde la magia convive y se entrelaza con la tecnología. No os dejéis engañar por el hecho de que el mapa sea el mapa de la tierra dado la vuelta (tan poco disimulado como que el norte está abajo), porque el mundo, la sociedad, las facciones, todo esta muy bien construido.
Lo mismo puedo decir del sistema de magia. Tomando clara inspiración de Avatar: La Leyenda de Aang, combina magia elemental, artes marciales e incluso ingeniería para elevar la fórmula a su máximo esplendor: en el nivel de creatividad en lo que los personajes pueden hacer con sus poderes, ya no solo en combate, sino en su vida más cotidiana, en cosas como lavar la ropa o subir una pendiente.
Pero quizá lo que más me ha impresionado es el estilo. La novela arriesga con múltiples puntos de vista, se la juega con la con narrativa no lineal, e incluso rompe con la estructura tradicional de las novelas de fantasía, y aún así funciona. En ningún momento da la impresión de ser la obra de una autora amateur, escribiendo en sus ratos libres. Cada punto de vista tiene su propia voz. Los párrafos del pasado y el presente fluyen entre sí de forma natural, orgánica... Es claramente el trabajo de un profesional, y la aplaudo por ello.
Sí es cierto que todo el nivel de detalle e inmersión va asociado a un esfuerzo también por parte del lector. El libro está repleto de términos y conceptos que interiorizar: nombres de castas, razas, nacionalidades, linajes, técnicas, religiones, tipos de magia... es un tanto abrumador, pero es un esfuerzo que merece la pena. Al final, las piezas van encajando. Y si no, tranquilos, que el libro viene con glosario.
¿Pero de qué va el libro? os oigo preguntar. No voy a entrar mucho en detalles, porque la trama está muy bien articulada y, como ya he dicho, rompe con la estructura habitual de una novela de fantasía épica y consigue pillarte totalmente por sorpresa.
Por los comentarios que he leído, creo que a quien no le ha gustado este libro ha sido por una cuestión de expectativas. Si estáis buscando al tradicional héroe que emprende un viaje, se enfrenta a múltiples obstáculos y vicisitudes, para al final derrotar al tirano, salvar el mundo y ganar la guerra casi por sí solo... este no es es ese libro.
Este es una historia de guerra —lo pone en la portada—, cargada de tragedia, en la que la lucha de los personajes no es solo por ganar, sino por sobrevivir, en la que el triunfo es aprender a convivir con esa pérdida. Los primeros compases de la novela nos hablan de honor, de deber, y cómo este choca y tiene que aprender a convivir con la mentira institucional de un gobierno que engaña a su pueblo.
Pero luego llega la guerra y la novela muestra su verdadera cara, convirtiéndose en una historia de aceptación y crecimiento para los personajes; un libro que trata sobre aceptar las injusticias del mundo y sobreponerse a ellas, de aceptar la pérdida, de asumir el cambio, de dejar ir tu pasado, de redescubrirse a uno mismo y a los que te rodean...
Con esto no penséis que es una novela de introspección. Hay acción a raudales, y la acción es una pasada. Ya he dicho, creativa, acrobática, espectacular... pero los temas que acompañan a esa acción, van mucho más allá de lo que habitualmente podemos encontrar en novelas de fantasía, y eso me encanta.
Lo único malo que puedo decir del libro es que el último capitulo de la novela es una especie de epílogo bastante extenso —70 minutos de lectura dice me ebook—, en el que se cierran los últimos flecos de la historia y se trata de encajar esta en un mundo mayor. Por desgracia, la autora ha decidido dejar de escribir sobre este mundo, e incluso ha retirado de Amazon las dos novelas cortas que ya tenía escritas, porque no va a haber un final. Ese es el único pero, que no hay más.
Aún así, ignorando lo que podría haber sido, tomándolo solo como la rara avis que es una novela autoconclusiva en el género de la fantasía, me parece un libro buenísimo, que recomiendo a todos mis lectores y firme candidato a aparecer en el podio de mis mejores lecturas del año.
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