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La Parábola del Sembrador | Octavia E. Butler

Aunque las novelas post-apocalípticas caen un tanto fuera de mi área de lectura habitual, esta me ha gustado mucho. Me ha tenido enganchado, que es lo más importante. Dicho lo cual, tengo la sensación de haber leído dos libros distintos, encuadernados entre las mismas pastas, uno de ellos excelente, el otro simplemente correcto. 

Parabola Sembrador Octavia Butler

La historia, narrada a través del diario de la protagonista, nos muestra un mundo post-apocalíptico en el que la sociedad está al borde del colapso, pero aún no se ha derrumbado por completo. Aún hay gobierno, policías, tiendas, cadenas de noticias... el dinero sigue teniendo valor, pero no hay gasolina, el agua tiene un precio desorbitado, y las calles son un lugar peligroso de saqueadores, ladrones, pirómanos, esclavistas y en general gente desesperada capaz de matar por los cordones de tus zapatos y oportunistas sin escrúpulos haciendo beneficio del mal ajeno. 

Es una situación muy interesante, que se explora muy bien en la primera mitad del libro.

Esa primera mitad, ya he dicho, me ha parecido excelente. Nos introduce de forma muy inteligente al pequeño microcosmos de un barrio amurallado donde distintas familias se apoyan para sobrevivir, y a los peligros más allá de sus muros. Más importante aún, nos muestra el conflicto entre una amplia mayoría, que se aferra a los retazos de normalidad que quedan en sus vidas, respaldados por la idea de que vendrán tiempos mejores; y Lauren —la protagonista—, quien, consciente de la ola de violencia a punto de engullirles, trata de preparase para el colapso y cuyas advertencias son recibidas con recelo. 

Entremedias de estas dos posturas se alza el padre de la protagonista, que aunque ve el peligro que depara el futuro y trata de tomar medidas, aboga por una aproximación más sutil —y más lenta— que la de su hija, de modo que no tope con el rechazo y el miedo de la gente. 

Es todo una idea muy interesante, en la que puedes participar de la frustración de la protagonista ante el negacionismo de sus vecinos, y desarrollada de una forma brillante. 

La segunda mitad del libro, en la que Lauren abandona su barrio amurallado y decide viajar al norte en busca de algo mejor... bueno, me ha parecido más normalita. Va conociendo a otros refugiados, se enfrentan a obstáculos y peligros, su moralidad se ve puesta en jaque... nada nuevo bajo el sol. Me recuerda mucho a La Carretera, de Cormac McCarthy, o incluso salvando las distancias a los primeros volúmenes de The Walking Dead

En esta segunda parte va cobrando también más protagonismo la nueva religión que Lauren ha concebido, a medida que la va compartiendo con sus compañeros de viaje. Es un ejercicio interesante de imaginación, pero por desgracia no guarda mucha relación con el resto de acontecimientos de la trama. No hay ninguna decisión o situación que se resuelva de un modo en lugar de otro a causa de estas creencias que van desarrollando. 

El viaje, finalmente, termina en un tono un tanto incierto, en el que ni siquiera los personajes son muy optimistas respecto a su futuro. Sé que este tipo de final abierto y cargado de incertidumbre es algo habitual en este tipo de novelas, pero en este caso me ha resultado un tanto abrupto y me ha dejado con una sensación de historia incompleta. No sé. Creo que uno o dos capítulos más, quizá un "seis meses más tarde" hubiera estado bien. 

En cualquier caso, segunda parte genérica y final incierto aparte, el libro me ha parecido muy bueno. No por la trama, que realmente no tiene mucho misterio —chica se prepara para el derrumbe de la sociedad y luego viaja junto a otros supervivientes en busca de un nuevo hogar—, sino por las ideas que plantea y el modo en que las explora y analiza por medio las reflexiones de la protagonista en su propio diario, así como en diálogos con el resto de personajes. En concreto, el dilema de la primera parte, esa delgada línea entre prepararse para el futuro, sucumbir al pánico y negarse a lo evidente; un camino que personajes pertenecientes a tres generaciones diferentes ven y caminan de forma diferente, me ha resultado fascinante. 

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