Menudo tostón de novela. El ritmo es tan lento que haría bostezar a la eternidad, no hay gancho ni propósito, la trama no va a ningún sitio, la fantasía brilla por su ausencia, cualquier pretexto de tensión es como ver una caída a cámara lenta, los personajes son completamente unidimensionales y el protagonista tiene el carisma de una piedra mojada. Tras casi seiscientas páginas de absolutamente nada, el último acto trata de remontar un poco, pero solo para alcanzar un "final" abierto que dista de saber a cualquier cosa que se parezca a un clímax. Los problemas con esta novela son tantos, y de tal magnitud, que no sé ni por dónde empezar. Devico es un pan sin sal, tanto como narrador, como en su papel de protagonista. Jamás había leído un libro en el que el personaje principal tuviera tan poca presencia. En seiscientas páginas no hace absolutamente nada. Ya no es solo falta de proactividad, objetivos o ambiciones. Es que a veces ni siquiera reacciona a lo que ocurre. U...