Cuando empecé este libro admito que lo hice con mis reservas. Un libro indie , autopublicado... es una hoguera con la que ya me he quemado más veces. Sin embargo, mis reservas resultaron no ser más que prejuicios, porque el libro es una maravilla, prueba indiscutible de que las novelas autopublicadas, sin marketing, sin editorial, sin premios, sin bombo y platillo, sin nada más que pasión tras sus palabras, pueden estar a la altura o incluso superar a los libros que habituamos a ver en las estanterías. El universo que nos plantea la autora es una inmersiva mezcla de valores tradicionales japoneses y cultura samurái, con elementos modernos como teléfonos móviles, televisión o videojuegos, donde la magia convive y se entrelaza con la tecnología. No os dejéis engañar por el hecho de que el mapa sea el mapa de la tierra dado la vuelta (tan poco disimulado como que el norte está abajo), porque el mundo, la sociedad, las facciones, todo esta muy bien construido. Lo mismo pue...