No os voy a mentir, con este título y sabiendo que al final del libro anterior Tavi ingresaba en la academia, temía que esta segunda novela en la saga cayera en la peliaguda trampa del arco narrativo de la escuela, con los profesores estrictos, la exposición disfrazada de clases, los compañeros y rivales, y demás tópicos. Por suerte, no ha sido así. La trama arranca dos años después de Las Furias de Calderon , con Tavi en la academia, y sí, su primer capítulo consiste en lidiar con abusones, pero que no cunda el pánico, porque el libro rápidamente se embarca en una trepidante doble trama: por un lado tenemos toda una maraña de intriga política en la capital, con asesinos, secretos, espías, puñales en la espalda y bailes de alta sociedad; por otro lado, en el Valle de Calderon se enfrentan a la amenaza de unas criaturas parasitarias capaces de poseer a sus víctimas. Ninguna de las dos situaciones es particularmente innovadora, y de hecho ha habido momentos aquí ...