Weir se ha superado con este libro. Recuerda mucho a El Marciano , por el protagonista graciosete, la situación desesperada y la carga científica, pero este va órdenes de magnitud más allá en la escala del conflicto que plantea, y en lo que te hace sentir por los personajes. El libro empieza con el protagonista sufriendo amnesia, y buena parte del principio gira en torno a descubrir qué está pasando y porqué, así que no me atrevo a desvelar mucho de la trama. Sí diré, sin embargo, que el reto científico al que se han de enfrentar los protagonistas es de un genio e imaginación inaudita, no solo por su originalidad, sino por lo bien pensado, justificado y razonado que está todo. Y lo mismo podría decirse de las situaciones que van surgiendo a lo largo del camino, y de la soluciones que se les ocurren a los protagonistas. Normalmente, no soy yo muy partidario de eso de empezar con un protagonista que no recuerda su pasado. Me parece una forma un poco artificiosa de ocultarnos i...