El Juramento Carmesí | África Vázquez Beltrán

¿Por dónde empezar con este libro? Hay tantas cosas que me han gustado, y al mismo tiempo tantas que he echado en falta. Pero soy consciente de que parte de ello seguramente se deba a que es un libro juvenil, y a que yo no represento precisamente el público objetivo, así que tómese mi opinión con las reservas que uno considere menester. 

La historia está muy bien, y avanza a un ritmo frenético en el que no paran de ocurrir cosas: una chica en el Japón feudal, hija de europeos, trata de encontrar su lugar en un mundo que solo la ve como como una extraña, por ser mujer y por ser extranjera; y antes de que te des cuenta se ve en las garras de un clan ninja, atada por juramentos, inmersa en las luchas políticas de la nación, y envuelta en el conflicto entre ninjas y samuráis. Todo eso antes de la página 50. 

Como he dicho, el ritmo es frenético, y no hay un solo capítulo en el que puedas decir que no ha pasado algo importante. A veces miras atrás, y parece increíble lo mucho que ha cambiado la situación en una decena de páginas. Y lo cierto es que los personajes tienen una evolución muy marcada: tanto ellos como su visión del mundo cambia considerablemente del principio al final de la novela. 

Tal es el ritmo de la narración, que no he echado en falta las escenas de acción, contadas (2) para tratarse de un libro sobre el conflicto entre ninjas y samurais. La trama romántica, casi obligatoria en un libro juvenil, también está ahí, pero me alegra decir que aporta a la motivación de los personajes sin robar protagonismo al resto de los acontecimientos. 

Además, la historia tiene un bonito mensaje sobre la libertad de tomar tus propias decisiones, los muchos tonos de gris que hay en esta vida, y lo próximas que, bajo cierto punto de vista, pueden estar posturas opuestas. 

Y ahora viene el "pero"... Pero el libro tenía que haber tenido 600 páginas en lugar de 300. Entiendo que es un libro juvenil, y que va al grano, y que la combinación de ritmo intenso y capítulos cortos ayuda a mantener al lector enganchado, pero a mí me faltan muchas escenas y explicaciones. 

No quiero llamarlo plot holes, porque siempre pude encontrar un motivo justificado y razonable para los engaños, traiciones y arreglos entre los personajes, pero creo que eso es algo que el libro debería darme, o al menos insinuarme, y no esperar que yo tenga que parar de leer cinco minutos para poner las piezas en su sitio. Aunque seguramente si lo hubiera leído con quince años hubiera aceptado lo que el libro cuenta como hecho contrastado, y no le hubiera dado tantas vueltas al porqué. 

Donde realmente se echa en falta contenido es en la evolución de los personajes, porque el modo en que cambia su visión de la sociedad que les rodea, o la percepción que tienen de otras personas es muy importante para la historia. Pero lo que el lector ve es un cambio casi binario, en el que la perspectiva de un personaje cambia por completo en base a un único acontecimiento o escena aislada, en lugar de experimentar una evolución progresiva a lo largo del tiempo. 

Que sí, que entiendo que en el libro han pasado meses, y los personajes habrán tenido más encuentros, y conversaciones, y aventuras... pero eso no lo vemos, y hace que los cambios resulten bruscos y antinaturales. 

Y el otro gran damnificado es el factor sorpresa. El libro tiene muchos secretos, y varios golpes de efecto que deberían dejar al lector estupefacto; y algunos lo consiguen, no ocultaré que algún respingo me ha hecho dar, pero otros se ven venir a kilómetros de distancia. Y no porque estén mal planteados. Sencillamente, al dedicarse tan pocas escenas a cada personaje y dar tan pocos detalles de su trasfondo, en el momento en que dos elementos coinciden, sabes que necesariamente tienen que encajar, o si no, no se hubieran incluido.

Para ir cerrando esta reseña, tengo que advertir que el libro está escrito en primera persona del presente, que no es algo bueno o malo per sé, pero a mí es algo que siempre me ha chirriado un poco (por estar acostumbrado a la narrativa en pretérito) y creo que es bueno saberlo. 

Y ya por último, ¿Kaede no es un nombre de chica? Igual es unisex y estoy yo aquí metiendo la pata, pero Kaede Shirakawa, de Leyendas de los Otori era una chica, y que esta vez fuera un chico me ha hecho un poco de lío. Por favor, si alguien lo sabe, que me lo confirme. 

Conclusión: el libro es entretenido, la trama está bien, tiene un bonito mensaje, el ritmo es trepidante y te lo lees sin darte cuenta, pero me da rabia, porque con el doble de profundidad y contenido, la historia tenía potencial para ser muy muy buena. 

Sorpresa, sorpresa, a un adulto le gustaría que los libros juveniles fueran más de adulto. Cosas que pasan... Como libro para adolescentes, creo que está muy bien.